La multinacional sueca Ericsson considera que la gobernabilidad en España "está siendo muy complicada al tener dos partidos en coalición en el poder que necesitan del apoyo de sus socios de gobierno de índole separatista". Una situación que, según su análisis, "incrementa la bipolaridad y radicalidad" de planteamientos políticos "entre la izquierda y la derecha".
Esos son algunos de los riesgos que Ericsson contempla para su actividad en el informe anual de su filial española, publicado este jueves por el diario La Información, junto a la mención de otros asociados al negocio como pueden ser la competencia en el sector o los cambios regulatorios.
"Partidos nacionalistas y populistas"
El documento repara de manera específica en la, a su juicio, "inestabilidad política que vive el país tras la moción de censura del 2018, que motivó la llegada de un nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez del PSOE, apoyado en sus pactos con partidos nacionalistas y populistas".
Tras dicha moción se celebraron otros comicios en abril de 2019, que no permitieron conformar Gobierno hasta las elecciones del pasado mes de noviembre, donde salió adelante el Ejecutivo de coalición entre PSOE y Unidas Podemos.
"Excesivas cargas fiscales"
En su informe financiero, el gigante sueco añade la crítica a la regulación del sector de las telecomunicaciones, señalando las "excesivas cargas fiscales". A su juicio, se encuentran "desequilibradas" si se comparan con las de gigantes tecnológicos de internet como Google o Facebook. Ericsson añade a eso unas reglas basadas en el "establecimiento de obligaciones ex ante (antes de que suceda) que penaliza la innovación".
El primer ejecutivo de la compañía en España se mostró crítico con el Gobierno en el pasado por proponer medidas como la llamada tasa Google --llegó a amenazar con llevarse los centros de I+D a la vecina Portugal si incluían a su multinacional como contribuyente-- o con otras decisiones como la exclusión de Ericsson de la reunión con la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, el pasado mes de febrero en Barcelona tras la suspensión del Mobile World Congress (MWC).
Ericsson es uno de los tres grandes suministradores para las operadoras, junto con la china Huawei y la finlandesa Nokia. Su capitalización roza los 28.000 millones de euros, superando el valor bursátil de Telefónica o Cellnex. En España cuenta con unos ingresos totales de más de 500 millones de euros con una plantilla de algo menos de 2.000 empleados.