Foment del Treball ha alertado este jueves de que la inversión en construcción puede caer entre un 20 y un 25% en Cataluña este a causa de la crisis del coronavirus. Esto afecta de lleno a la ejecución de infraestructuras previstas para este año, según ha advertido la patronal en su informe CAT-100, que recoge el estado de las instalaciones básicas en la comunidad autónoma.
La caída de la inversión en construcción se debe al parón de las obras entre finales de marzo y comienzos de abril y su consiguiente impacto en el PIB catalán. Además, la vuelta a la actividad se ha producido a un ritmo lento y no se prevé que vuelva a crecer hasta 2021, cuando lo haga entre un 6 y 7%.
Afectación a la competitividad
Así, las cosas, desde Foment han señalado en rueda de prensa que si esta baja inversión pública se mantiene en el tiempo afectará a la competitividad de la economía catalana y la calidad de vida de sus ciudadanos. Para evitar la situación, la patronal ha recetado medidas encaminadas a avanzar en licitaciones futuras y “aprovechar los excepcionales condiciones de los fondos de recuperación” para finalizar las infraestructuras más estratégicas.
“No se trata de hacer obras por hacerlas, sino que las que se hagan tengan sentido y contribuyan a la mejora de la economía”, ha señalado el secretario general adjunto de Foment, Salvador Guillermo, trazando diferencias con lo que ocurrió en 2008, cuando se realizaron proyectos para reactivar la inversión pública, como carreteras o aeropuertos, que apenas han tenido uso.
Escasos avances desde 2015
El informe de Foment sobre las infraestructuras catalanas critica los escasos avances desde 2015, cuando se inició el recuento. De hecho, la patronal lamenta que el peso de la inversión pública haya pasado del 12% de 2007 al 5% en 2019. Por parte del Estado, Cataluña recibió 811,8 millones de euros en 2019, un 7,3% más que el año anterior; mientras que la Generalitat destinó 366 millones a este concepto y ejecutó el 83% de los proyectos.
Por segmentos, el documento lamenta que las infraestructuras ferroviarias reciban inversiones “claramente insuficientes”. En concreto se destinaron 1.474 millones de los 2.566 presupuestados entre 2015 y 2018. También critica los retrasos en la puesta en marcha del Corredor Mediterráneo o que la inversión en Rodalies esté “estancada desde hace años”, al tiempo que las estaciones de la Sagrera y La Llagosta no tienen fecha de finalización.