La crisis del coronavirus ha obligado a España a incrementar el ritmo de las emisiones de deuda previstas para este año con el fin de financiar el gasto adicional destinado a paliar los efectos de la pandemia. En concreto, el Tesoro Público ha colocado unos 184.090 millones de euros en deuda pública en el primer semestre del año, lo que representa el 61,9% de la emisión bruta prevista para el conjunto del ejercicio 2020.
En detalle, en la primera mitad del año ha captado alrededor de 130.922 millones de euros en emisiones a medio y largo plazo, el equivalente al 70,4% de los 185.969 millones previstos en este tipo de papel para este año, con datos hasta la última subasta, celebrada el pasado 18 de junio.
Más tipos negativos
Asimismo, el organismo público dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha colocado en el primer semestre del año otros 53.163 millones de euros aproximadamente entre los inversores en letras del Tesoro, el 47,6% de lo estimado para el ejercicio (111.688 millones de euros).
Los inversores han seguido confiando en los títulos de deuda pública española, tal y como se evidencia en la evolución del coste de financiación, con una profundización de los tipos negativos, en paralelo a un aumento de la vida media de la deuda hasta máximos.
Compras del BCE
El Tesoro también se ha beneficiado del ambicioso programa de compra de deuda pública de los países de la zona euro por parte del Banco Central Europeo (BCE). El primer semestre ha estado marcado por la crisis derivada del Covid-19, que ha llevado al Tesoro a revisar al alza su programa de este año ante las mayores necesidades de financiación y a acometer emisiones de bonos sindicados no previstos inicialmente.
De hecho, hace dos semanas el organismo efectuó su primera emisión sindicada de un bono a 20 años por importe de 12.000 millones de euros, con una demanda que llegó a superar los 78.300 millones de euros y a menores tipos de interés.