La Cámara de Comercio de España ha aprobado la creación del Centro Español de Mediación (CEM), que estará presidido por el exministro de Justicia en el Gobierno de Mariano Rajoy, Rafael Catalá, y que nace con vocación de ser una institución de mediación empresarial de referencia.
La Cámara ha explicado que el impacto de la crisis ocasionada por el coronavirus hace "más necesario que nunca" poner a disposición de las empresas un servicio de mediación "independiente, eficiente y transparente que facilite la resolución de controversias empresariales y ofrezca una alternativa efectiva a los tribunales de justicia".
Alternativa a los tribunales
El CEM estará liderado por Rafael Catalá como presidente y Adolfo Díaz-Ambrona como vicepresidente, mientras que el secretario general del nuevo centro de mediación será José María Fernández de la Mela. El pleno del CEM está formado por cinco profesionales de reconocido prestigio en el mundo jurídico y empresarial: María Emilia Adán, María Jesús Fernández-Cortés y Antonio Sáinz de Vicuña, además de Rafael Catalá y Adolfo Díaz-Ambrona.
La Cámara de Comercio ha indicado que la mediación se orienta a la consecución de un acuerdo que permita a las partes, asistidas por un mediador y bajo un principio de confidencialidad, poner fin a la controversia suscitada entre ellas, con el objetivo de un pacto que satisfaga los intereses de las partes y evite la iniciación de un pleito o ponga fin al ya entablado.
"Soluciones prácticas"
Entre las ventajas de la mediación, la Cámara destaca su capacidad para ofrecer "soluciones prácticas, discretas, efectivas y eficientes" a las diferencias que surgen entre empresarios en el curso ordinario de sus negocios, así como el facilitar la continuidad futura de relaciones comerciales, al quedar ambas partes en "paz" tras el acuerdo de mediación, sin un "derrotado" y un "ganador".
"Al fundarse en la voluntariedad y libre decisión de las partes, la mediación resulta especialmente idónea para encontrar soluciones basadas en los intereses reales de las partes, así como para evitar el deterioro en las relaciones entre socios comerciales que la litigación inevitablemente conlleva", ha subrayado.