El presidente de AENA, Maurici Lucena, ha garantizado que los proyectos de ampliación de los aeropuertos Adolfo Suárez Madrid-Barajas y Josep Tarradellas Barcelona-El Prat seguirá adelante pese a la crisis del coronavirus, aunque esta circunstancia hará que se retrasen de forma significativa.
En su intervención en la cumbre de la CEOE sobre la reconstrucción económica, Lucena ha destacado que la compañía podrá llevar a cabo inversiones de 1.200 millones de euros a lo largo del presente año y del próximo, lo que ha estimado como “una señal de que la economía está empezando a moverse”.
Recuperar el tráfico
El primer ejecutivo del gestor aeroportuario también ha resaltado que, una vez afrontado el primer impacto de la crisis del coronavirus, la estrategia de AENA se centra ahora en recuperar lo antes posible el tráfico en sus aeropuertos. “Nuestra principal preocupación ahora es que haya más aviones en nuestros aeropuertos”, ha admitido, para lo que la compañía ofrecerá a las aerolíneas estímulos en forma de descuentos en las tasas por utilizar las instalaciones aeroportuarias.
Lucena ha resaltado que la situación actual es de mayor optimismo tras lograr un acuerdo con el Gobierno y las compañías implicadas para el diseño de procesos seguros en los aeropuertos. “Hemos establecido nuevos sistemas para gestionar las colas de pasajeros, con distancias mínimas y limitaciones de aforo”, ha recordado.
Liquidez de 3.000 millones
Con vistas a la seguridad de los pasajeros, los aeropuertos de AENA han implementado mecanismos de toma de temperatura a través de cámaras térmicas para evitar molestias a los clientes y agilizar el tránsito aéreo. Además, podrá establecer la traza de todos ellos a través de unos formularios que deberán cumplimentar.
No obstante, Lucena ha reconocido que 2020 será un año “muy negativo” para la compañía aunque también ha puesto en valor el hecho de que AENA cuente en la actualidad con una liquidez de 3.000 millones de euros, después de llevar a cabo varias rondas de financiación con la banca.
Defensa de los accionistas
“Nuestra primera reacción fue casi instintiva, con medidas de ahorro de 100 millones mensuales para proteger la caja”.
Lucena se ha mostrado convencido de poder compatibilizar el papel de tractor de la economía que tienen los aeropuertos con la defensa de los intereses de los accionistas de AENA, el primero de los cuales es el Estado.