Con la fase 2 de la desescalada por la pandemia de coronavirus, los centros comerciales y las superficies superiores a 400 metros han podido abrir sus puertas en España sin restricciones, salvo las medidas de seguridad pertinentes como guardar las distancias de seguridad o llevar mascarillas.
Este lunes, las más de 500 grandes superficies, en las que se amontonan tiendas de ropa, restauración o joyerías, ya pudieron facturar, aunque siendo conscientes que las pérdidas acumuladas son cuantiosas y que se deberán emplear fórmulas como las rebajas para intentar eliminar stock y aumentar las cajas diarias.
Los centros comerciales temen una avalancha
Con los clientes con ganas de entrar en la nueva normalidad, y ávidos de grandes descuentos, los centros comerciales temen ahora avalanchas. Según fuentes del sector, la capacidad de las grandes superficies rozó el 80% de un día previo al estado de alarma. “Este lunes nos estrenamos con una afluencia de 40.000 personas. Un lunes de los de antes podrían venir entre 50.000 y 55.000. Es una gran noticia para nosotros”, cuentan a Crónica Global.
No obstante, a pesar de que sean buenos datos, el sector recela del posible exceso de público que pueda acudir a estos centros cuando las grandes firmas de moda den luz verde a su período de rebajas. “Es lo que más nos preocupa. Creemos que se va a producir, y es muy difícil frenar que los clientes se agolpen en las puertas”.
Redoblando los esfuerzos
Con este escenario, los gestores de los centros comerciales han multiplicado sus gastos en medidas de seguridad. Tal y como informó recientemente este medio, se redoblaron esfuerzos en la limpieza y en nuevos sistemas que reduzcan la exposición al coronavirus. A eso hay que sumarle la nueva rotulación, publicidad y marketing y el nuevo personal contratado, según narran las fuentes del sector.
De hecho, la factura de reapertura ha superado, en algunos casos, los 400.000 euros. “Tardaremos en recuperar todo lo invertido, pero todas las medidas que hemos implantado eran necesarias”, afirman dichas voces.
Sensaciones positivas
Con todo, el presidente de AECC, Eduardo Ceballos, remarca que las sensaciones ante esta apertura de los centros son "positivas", tanto en ventas como en afluencia, ya que "los clientes vienen con ganas de comprar, por lo que vemos en muchas actividades un gasto medio más alto".
No obstante, desde la asociación de centros comerciales se resalta que durante la reclusión se han dejado de facturar unos 3.000 millones de euros por cada mes que las puertas han estado cerrando. Es por esto que desde AECC creen que “las ayudas que se han prometido son imprescindibles para el sector”.