El Banco Central Europeo ya ve brotes verdes en la economía europea. Este jueves, el organismo ha presentado una revisión de las perspectivas macroeconómicas para lo que resta de año. Como buena noticia, el BCE proyecta un repunte del 8,3% en el PIB real para el tercer trimestre, con una recuperación de la demanda externa.
No obstante, la entidad dirigida por Christine Lagarde recalca que se vivirán momentos complicados y habrá que aplicar “medidas de contención” hasta mediados de 2021, fecha en la que el BCE prevé que haya una solución “médica” para batir al coronavirus.
Contracción sin precedentes
A pesar de estas señales de vida, Lagarde ha dicho que se ha producido “una contracción sin precedentes” y ha aseverado que Europa “sufre su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial después de haber quedado virtualmente paralizada por la pandemia del coronavirus.”
A su vez, el banco central cree que la economía de la zona del euro crecerá un 5,2% en 2021 y un 3,3% en 2022. En marzo había pronosticado un crecimiento del 1,3% en 2021, y del 1,4% en 2022; por lo que se ha producido una revisión al alza de 3,9 puntos porcentuales para el próximo año y de 1,9 puntos porcentuales para 2022.
Derrumbe de la inversión empresarial
Por otra parte, en el documento presentado por la institución se extrae una terrible noticia para las empresas. En concreto, el BCE estima un “derrumbe en la inversión” de las sociedades y prevé que caiga “mucho más bruscamente que el PIB”.
“La inversión empresarial colapsó en la primera mitad de 2020 debido a los bloqueos, la desaparición de la demanda global y doméstica, y el aumento de la incertidumbre económica”, se lee.