“Invertir” en el sector turístico, como una operación de Estado, con todas sus consecuencias. Es lo que piden los empresarios ligados al turismo, que ofrecen un dato: por cada euro invertido se logran casi dos euros adicionales (1,96). El sector, que se encuentra sumido en una situación muy delicada --aunque esperanzado con los últimos movimientos del Gobierno, que se han reflejado ya en la Bolsa-- espera que se pueda compensar la campaña de verano con la apertura del país en los meses de julio y agosto, pero reclama que sea la Comisión Europea la que actúe como “árbitro” para delimitar qué países y cómo pueden recibir y enviar turistas.
Los empresarios turísticos consideran que el Gobierno de Pedro Sánchez ha reaccionado con lentitud en comparación con otros países, como Italia, Francia o Portugal, pero que, en todo caso, ahora debería volcarse en un sector que aporta hasta el 14% del PIB y que, además, ofrece la “imagen de España”. El presidente del Círculo de Empresarios, John de Zulueta, y el presidente del Grupo Wamos, Eduardo Montes, analizaron este martes las distintas medidas que se pueden impulsar, junto al organizador del evento, Amancio López, presidente del Grupo Hotusa. La idea es que todo lo relacionado con los créditos ICO --“aunque se pusieron en marcha con lentitud”--, están funcionando bien, pero que el verdadero problema llegará con la finalización de los ERTE.
Alargar los ERTE
Con una campaña turística limitada, Amancio López señaló que los ERTE deberían tener algún tipo de “continuidad en el tiempo”, al considerar que ninguna empresa, sea un hotel o una aerolínea, podrá subsistir con una ocupación del 25% o del 30%.
¿Pero qué promueve el sector? Fue John de Zulueta quien reclamó al Gobierno que aplique una política de Estado, no basada en ayudas, sino con la mentalidad de que puede actuar como un “inversor” que destina recursos que después recupera con una alta rentabilidad. Según Zulueta, por cada euro invertido se logran casi dos euros, 1,96, gracias a toda la cadena que opera en el sector. Ese dato lo matizó Eduardo Montes, al señalar que la inversión en turismo “ronda el 81%”.
¿Ayuda de Estado como en Alemania?
Sin embargo, hay diferencias respecto a la práctica de otros países. Esa inyección fiscal, directa, que se pide al Gobierno español, como política de Estado, la ha hecho un país como Alemania, que dispone de recursos, porque su deuda pública sobre el PIB es sólo del 60%. Ha inyectado dinero en aerolíneas como Lufthansa pero, a cambio, entra en el capital de la empresa, con lo que se trata, en la práctica, de una especie de nacionalización. Eduardo Montes rehuyó esa posibilidad: “Soy de los que piensan que se gestiona mejor desde el sector privado”, señaló. ¿Entonces, de qué se trata con esa inversión? La idea es que los recursos que se generan benefician al conjunto del país, por los salarios a los trabajadores, por las divisas que entran en el Estado y la liquidez por los impuestos que se genera. Pero sin que el Estado nacionalice ninguna empresa.
Con el lema de Salvemos el turismo, que se matizó en Salvemos ‘nuestro’ turismo, los tres empresarios insistieron en que el Ejecutivo debería mirar lo que hacen países como Italia, donde a las familias con ingresos de hasta 40.000 euros se les ofrece 500 euros para gastos turísticos, que se desgravan en el IRPF al año siguiente. También se destinan 30.000 millones a promoción y 50.000 millones a las empresas turísticas, además de otras ayudas.
Baleares y Canarias, turismo ya
Pero el problema inmediato para salvar la temporada es qué hacer en cada país respecto a los emisores y receptores de turismo. Amancio López, presidente de Hotusa, reclamó “protocolos similares” en toda Europa, mientras que Montes y Zulueta consideraron que es la Comisión Europa la que debe decidir de forma conjunta y delimitar los países “limpios y seguros” frente al Covid-19. Y eso porque cada país ya ha tomado sus decisiones, como Grecia, Portugal o Turquía.
El sector considera que España podría salvar la temporada, sin soñar con un turismo parecido al del año pasado, con turistas de unos pocos países: Alemania, Reino Unido, Francia y Escandinavia. Y abriendo, desde ya, lugares “totalmente seguros”, en palabras de Montes, como las islas Baleares y las islas Canarias.
Amancio López insistió, al recordar que para España el turismo es esencial, pero también para la Unión Europea, porque para la mayoría de sus países el turismo no llega al 14% de España, pero se mueve en una franja del 10%. Europa, incidió López, acoge al 50% del turismo mundial. Y se la juega en los próximos meses.