Los comerciantes catalanes han criticado este martes que los mensajes del independentismo en los últimos años supondrán un lastre a la hora de captar turistas del resto de España. En un momento en el que los viajeros internacionales no pueden llegar, el sector pide al nacionalismo un cambio de actitud que seduzca a potenciales visitantes y les permita salvar las cuentas. “Cuando tenemos a un presidente de la Cámara de Comercio [Joan Canadell] que dice que España es paro y muerte, no sé qué clase de turismo nacional vamos a atraer. Va a ser muy difícil atraer al público del resto de España si no mostramos una cara más amable”, ha manifestado Luis Sans, propietario de Santa Eulalia.
En un encuentro organizado por el Círculo Ecuestre de Barcelona de forma telemática sobre el comercio pos-Covid-19, representantes del sector han expresado la necesidad de atraer visitantes para reactivar la actividad en los establecimientos. Con todo, Sans ha dibujado el freno del turismo actual como una oportunidad para estudiar la imagen que se quiere proyectar de Barcelona: “Debemos repensar el turismo que queremos y atraer aquel que deja un mayor valor añadido a la ciudad. Hay que ofrecer productos de calidad y cuidar al turista, al tiempo que huir de la masificación".
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Atraer al turismo
"Competimos con otros países que van a ser mucho más flexibles, mucho más adaptables y que van a tener planes para atraer turistas de manera más proactiva", ha expuesto el CEO de Mango, Toni Ruiz, que también ha recordado debates anteriores sobre si se había sobrepasado la capacidad turística de la ciudad. Asimismo, el sector ha reconocido su sorpresa al abrir las tiendas y encontrar flujo de clientela. “La gente tenía muchas ganas de volver a socializar. Pensaba que vendrían poco a poco y con miedo, pero vienen con ganas”, ha detallado la presidenta de Tous, Alba Tous.
“Han sido momentos de mucha incertidumbre. Lo primero que tuvimos que afrontar fue la superviviencia cuando se tuvieron que cerrar todas las tiendas”, ha reconocido el CEO de Mango, que ha detallado que la pandemia ha forzado a “acelerar” ciertas tendencias de consumo, como es el caso del comercio online. Sin embargo, esto no relegará el papel de las tiendas, que serán “un sitio privilegiado de contacto con los clientes”. Con la apertura de parte de los establecimientos, Ruiz ha detallado que se ha experimentado un repunte en aquellos más pequeños situados en barrios más alejados de las arterias comerciales, “aunque habrá que ver si es algo coyuntural”, mientras que las flagship “sufren por la falta de turistas”.
Retrasar las rebajas
Por otra parte, los comerciantes han abogado por retrasar las rebajas y no hacerlas coincidir con el inicio de la campaña de verano, justo cuando las tiendas comienzan su reapertura. “Hay que alargar las colecciones y no hacer descuentos nada más abrir tras haber estado cerrados la mayor parte de la temporada”, ha subrayado Sans. En la misma línea se ha expresado Ruiz: “No podemos volvernos locos ahora con unas rebajas que con el online cada vez tendrán menos importancia”.
Sobre la facturación con la que cerrarán el año se han mostrado pesimistas y aseguran que el objetivo es apostar la viabilidad de cara a los próximos años, al tiempo que prevén una reducción de la competencia por la mortandad de algunas empresas durante esta crisis. “Este año pasaremos página como podamos y asumiremos las pérdidas”, ha reconocido Tous.
Los hosteleros comparten la visión
Las inquietudes de los comerciantes también han sido compartidas por los hosteleros de Cataluña. Representantes de Exceltur y Confecat manifestaron el lunes en un encuentro en Lloret de Mar que el procés supone un riesgo para captar visitantes nacionales. "Las ganas de viajar poco a poco están superando el miedo a hacerlo", manifestó el vicepresidente de Exceltur, José Luis Zoreda, que remarcó que "no todos se van a favorecer igual" y que dependerá "del cariño con el que uno siente que le reciben".
También el presidente de Confecat, Santiago García-Nieto, recordó unas manifestaciones del director de la Agencia Catalana de Turismo (ACT), David Font, en las que calificaba a España de Estado "opresor": "No hay derecho", afirmó Nieto.