Los sindicatos de Nissan en Barcelona ha elevado su presión al Gobierno, al que han pedido un último esfuerzo para convencer a la firma de la necesidad de mantener el empleo y las plantas. Los representantes de los trabajadores han asegurado que son peones a "sacrificar" en el tablero que juegan los socios de la alianza Nissan-Renault y han reclamado al Ejecutivo que presione a la Unión Europea para defender el empleo de estas fábricas.
A sólo tres días de que Nissan presente sus planes para todo el mundo, lo que incluye sus plantas en España, las organizaciones sindicales redoblan sus presiones a las administraciones públicas para que intercedan por los 25.000 trabajadores que dependen de la marca de manera directa o indirecta. Además de mantener una huelga indefinida en Barcelona que cumple 22 días, los comités de la automovilística se han reunido este lunes por videoconferencia con el secretario general de Industria, Raül Blanco.
Convencer a Nissan
Los comités han pedido al Gobierno que interceda ante la multinacional para conseguir un plan de viabilidad de un planta que ven viable, según los sindicatos, que han salido más optimistas de la reunión. El secretario general de la sección de CCOO en las plantas de Nissan en Barcelona, Miguel Ángel Boiza, ha explicado que Blanco les ha trasladado que "el Gobierno hace todo lo posible" para evitar que Nissan se vaya de España y que está en contacto con la alta dirección de la multinacional para advertirles de que "les va a costar más caro irse que quedarse".
"Nos han asegurado que van a sacar los dientes como administración y que les harán ver que no se entendería que, tras el Covid-19, la primera empresa que se vaya de Europa sea Nissan", ha apuntado, tras recordar que el Reino Unido, donde la firma tiene una planta que podría mantener, ya no forma parte de la UE. Además, tanto el Ejecutivo como los sindicatos han coincidido en que "más allá de la decisión que se tome el día 28, se puede seguir luchando" y que los planes que se comuniquen no tienen por qué ser "definitivos".
Implicación de las administraciones
Según los sindicatos, Raül Blanco ha subrayado que todas las administraciones públicas están trabajando de manera coordinada con este mismo objetivo, desde el Gobierno y la Generalitat, hasta el Ayuntamiento de Barcelona y el Consorcio de la Zona Franca de Barcelona (CZFB). Los sindicatos llevan semanas, e incluso meses, alertando de que la firma automovilística podría optar por cerrar sus centros en Cataluña, lo que acabaría por afectar a las otras plantas en España, un temor que ha ido a más por las informaciones en este sentido publicadas por medios japoneses.
"El mercado europeo se ha convertido en el tablero donde los dos socios están desplegando su estrategia a corto plazo, de manera que cuanto más crece un socio menos lo hará el otro. En esta guerra, las plantas españolas parecen solo peones que uno puede sacrificar para conseguir un botín mayor", han subrayado.