La crisis del coronavirus no solo ha puesto en apuros la viabilidad de quienes viven de la llegada de turistas a España, sino también la de aquellas agencias que se dedican a exportar viajeros al extranjero. Temen que las reticencias a desplazarse una vez levantadas las limitaciones por la alerta sanitaria y la “campaña para potenciar el turismo nacional” comprometa su superviviencia. No hablamos de grandes turoperadores que ofrecen sol y playa o compañías que hacen de intermediarias en la venta de un destino, sino de empresas pequeñas especializadas en diseñar y ofrecer un producto propio.
“Es compresible que haya una campaña para potenciar el turismo nacional, pero que no se deje como irresponsables a quienes quieran irse a la otra punta del mundo. Hay gente que quiere seguir viajando y nosotros seleccionamos destinos seguros”, explica Jordi Vendrell portavoz de Locos Por Viajar, una agrupación que concentra a 22 agencias de viaje de producto propio constituida para plantar cara a la crisis del coronavirus.
Difusión de mensajes "equivocados"
Locos Por Viajar está integrado por Ámbar Viajes, Altaïr Viajes, Azul Marino Viajes, Club Marco Polo, Ètnix Travel Design, Èxode, Insòlit, Kananga, Kareba Viatges, Kipplin Viatges, Rift Valley Expeditions, Rutas 10, Somni Viatges, Tarannà, Tarawa Travel, Temps d’oci, Terres Llunyanes, Topsailingcharter, Trekking y Aventura, Tuareg, Viatges Independents i trekkings, Xavi Fernández Viajes, XL Viatges. Desde la agrupación critican el “desconocimiento y la difusión de mensajes equivocados” en torno a los posibles riesgos que puede entrañar viajar tras la pandemia.
“¿De verdad será más seguro viajar al país vecino que a otro continente? A principios de marzo se difundía la idea de que África viviría en breve la mayor catástrofe humanitaria, pero a mediados de mayo el número total de muertos en todo el continente sólo llegaba a los 3.000, mientras Italia ha superado los 32.000”, ha subrayado la asociación en un comunicado. Con todo, los responsables de estas agencias reconocen que tendrán que replantear determinados itinerarios para dar “más confianza” a los viajeros. Es el caso de algunas excursiones en las que se ofrecía la posibilidad de pernoctar en la casa de una familia local o evitar mercados aglomerados.
Sin ingresos y en ERTE
Como gran parte del sector, la mayoría de estas agencias --entre cinco y 20 empleados-- han presentado un ERTE, aunque expresan su inquietud por su viabilidad tras el 30 de junio, fecha hasta la que se podrán prorrogar. “De momento podemos ir tirando, pero necesitamos que se prolonguen hasta que sea posible viajar. Es cuestión de supervivencia”, detalla Vendrell.
La previsión de cara a este verano pasa por una recuperación del turismo que será absorbida por el mercado interior. Es decir, aquellos que suelen viajar al extranjero se quedarán en España este año, según se desprende del informe El camino de la recuperación de la Industria de Consumo realizado por la consultora Deloitte. El documento estima que la demanda estará limitada a viajes de primera necesidad hasta julio, cuando comience una reactivación que ya en diciembre quedará un 55% por debajo de los números de 2019.
“La clave estará en gestionar la hipocondría social: ver hacia dónde va a ir esta situación y abrir caminos para que quienes quieran puedan viajar. El trabajo de abrir nuevos destinos para adaptarlos a las necesidades de los viajeros es complicado y, por tanto, muy caro”, explica Vendrell, que asegura que desde marzo la mayoría de empreas no han vuelto a tener ingresos y no esperan hacerlo de nuevo, mínimo, hasta octubre.