Fran González con tan sólo 30 años ya tiene dos restaurantes en Barcelona, su ciudad natal, y es el artífice del burrito más vendido a domicilio a través de la plataforma Deliveroo. ¿Su éxito? “Nuestro producto tiene un sabor muy bueno. Hemos vigilado siempre la calidad, no compramos comida congelada y nuestros proveedores de carne y de aguacate son los mismos desde el principio”, subraya este empresario a Crónica Global.
González&Co vendió el año pasado más de 50.000 burritos a domicilio y este 2020, por el coronavirus, podría aumentar todavía más dicha cifra. “Tenemos un 20% más de ventas que antes del Covid-19. La reducción de la oferta, tras el cierre de muchos restaurantes y bares, nos ha beneficiado”, detalla González.
Más de una treintena de empleados
Sin embargo, la venta a domicilio no estaba prevista en el plan inicial de esta empresa familiar. “Y ahora supone un 45% de nuestro negocio”, matiza González. De momento, la compañía trabaja en exclusiva con Deliveroo, aunque dada la situación actual, la previsión es que el delivery gane todavía más peso. “No descartamos si eso es así hablar con otras marcas. Con Deliveroo estamos contentos ya que en unos 25 minutos o media hora, el pedido ya está en casa del cliente”, explica este joven emprendedor.
Cuando el coronavirus se fue haciendo fuerte en España, González&Co tenía a un 50% de su personal trabajando --son 35 en total--, pero ahora ese porcentaje ha subido a un 70% y sólo un 30% está en situación de ERTE. Y la situación puede volver a cambiar cuando sus establecimientos empiecen a levantar la persiana. “Antes del coronavirus teníamos más de 500 clientes de media al día en los dos locales”, asegura González.
Muchos años comiendo burritos
El éxito del burrito de González&Co no es casualidad, sino fruto de los viajes que ha realizado su impulsor y de su formación. González estudió cocina en la escuela Hofmann y Administración y Dirección de Empresas (ADE) en la Universitat Oberta de Catalunya. Aunque probó por primera vez los burritos en Estados Unidos, donde estuvo viviendo un tiempo en San Diego, entonces no los concibió como idea para un negocio propio.
Fue cuando vivió en Australia que su percepción cambió. Pasó dos años en el país oceánico y probó muchísimos burritos de diferentes lugares y se dio cuenta de que un producto de esas características --con productos de proximidad y locales-- podría triunfar en Barcelona. “Por eso, nuestros burritos están muy enfocados a un paladar Mediterráneo, son muy de aquí. No ponemos grandes especias y el picante no está casi presente”, señala González.
Un tercer local para el 2021
González volvió de su aventura australiana a Barcelona en 2015 y un año después, en 2016, abría las puertas de su primer local en la calle Còrsega, número 391. “Necesitaba más de 250.000 euros, así que tiré de ahorros, de familia, amigos y conocidos. Tengo socios, pero yo controlo la mayoría de la empresa y las recetas son mías”, remarca.
Además, el modelo de negocio funcionó tan bien que en febrero del 2019 se sumó a la familia otro local, ubicado en la calle Consell de Cent, número 297. “Y lo hicimos con cero financiación bancaria. Todo con fondos propios. Tenemos caja y calidad”, insiste González. Por ello, no suena nada descabellado que este joven empresario siga con sus planes de abrir otro local en Barcelona en 2021, tras un annus horribilis como éste.