Los sindicatos apuestan por nacionalizar empresas

Los grandes sindicatos se alinean con la tesis de que el Gobierno debería proceder a tomar el control de algunas empresas, especialmente en sectores estratégicos, en el marco de la crisis económica provocada por el coronavirus y como parte del proceso de reconstrucción.

En la semana del 1 de mayo, que se celebrará este año en pleno estado de alarma por el Covid-19, CCOO y UGT coinciden en la consideración de que el Gobierno tendrá que introducir el debate y ponen como ejemplo los planteamientos que están realizando en este sentido otros gobiernos europeos y, además, de distinto signo político.

Un error

En este sentido, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha apuntado que el debate también va a ser abordado por gobiernos de centroderecha. "Europa no está gobernada por coaliciones de izquierda, esta especie de sensación de que aquí se están tomando medidas casi bolivarianas es propaganda", ha subrayado en una entrevista concedida a Europa Press.

Unai Sordo habla sobre los efectos de la crisis en el sistema laboral / EP

Su homónimo en UGT, Pepe Álvarez, ha ido más allá al asegurar, también en conversación con la mencionada agencia, que el Ejecutivo debería tomar posiciones en empresas pertenecientes a sectores estratégicos.

“No se trata de nacionalizar por nacionalizar”, ha señalado Álvarez que, al mismo tiempo, ha considerado un error que el Estado no tenga presencia en un sector como el de la energía.

El caso de Alemania

"Somos el único país de la Unión Europea que ha desaparecido de todos los sectores estratégicos", ha alertado, tras apuntar que en Alemania "se está planteando que las empresas no caigan", porque para el país "son estratégicas".

Unai Sordo también ha aludido al país germano como ejemplo de la estrategia que defiende. Uno de los sectores que está en el foco es el de la aviación comercial. "¿Alguien piensa que Alemania va a dejar caer a Lufthansa?”, se ha preguntado el líder de CCOO.

La idea de un banco público

Por ahora, en el seno del Gobierno se ha pasado de puntillas por esta posibilidad, con la excepción del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, que se ha manifestado en repetidas ocaciones a favor de que el Estado tome el control de algunas empresas de sectores como el energético o el financiero.

De hecho, Iglesias ya defendía esta medida antes de la llegada de la pandemia, con especial incidencia en la situación de Bankia, actualmente controlado en algo más de un 60% por el Estado; el vicepresidente para Asuntos Sociales está a favor de desechar el plan para vender esta participación. Prefiere convertirlo en un banco totalmente público.

El nombre de la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri también ha aparecido en las manifestaciones de Pepe Álvarez, que ha instado al Ejecutivo a “aprovechar la situación” para dar marcha atrás en su progresiva privatización.