Con una alerta sanitaria que ha penetrado en todo el tejido económico y un distanciamiento social impuesto como barrera para frenar la pandemia de coronavirus, la afectación es máxima para las empresas que viven de la congregación de personas. Es el caso de la organización de reuniones, incentivos, conferencias y exposiciones (MICE, por sus siglas en inglés), que desde el mes de febrero vieron caer su actividad y prevén que no se reanude en lo que resta de año. “La gente tardará en volver a reunirse, nuestra recuperación no llegará el día después del estado de alarma”, apuntan desde un sector que trata de reacomodarse a través del streaming, pero que alerta de que las compañías con una situación financiera delicada no saldrán adelante.
“Estamos sufriendo suspensiones de eventos desde dos semanas antes de que se cancelara el Mobile World Congress (MWC), cuando empezaron a llegar restricciones de algunas multinacionales para reunir a determinado número de personas. Una vez que se canceló el MWC fue todo en caída”, explica la presidenta de Agencias de Eventos Españolas Asociadas (AEVEA), Mar García. En 2019 se facturaron 10.900 millones de euros en España, según datos de la patronal. A pesar de ser un sector “pequeño” --apenas 150 empresas y 3.000 empleos directos--, el sector MICE cuenta con una amplia cadena de valor, como contratos de hoteles, aerolíneas, compañías audiovisuales, carpintería o caterings.
Un mes y medio de facturación
“Para un evento de grandes dimensiones podemos estar trabajando un año entero. Si es en noviembre, para enero o febrero ya podemos estar con ello”, detalla García. “La previsión más pesimista es que el año 2020 está perdido. Hemos podido facturar un mes y medio y es probable que no tengamos nada más en lo que queda de año. Si no sabemos cómo vamos a volver a salir a la calle o a la oficina, la afectación para los eventos es mucho mayor”, lamenta.
En el caso de las grandes agencias que cuentan con departamentos diversificados, las perspectivas son algo mejores, aunque por el momento la actividad también permanece ralentizada. Es el caso de Globalia Meetings & Events que trata de reubicar todos los eventos cancelados en los últimos meses del año. Además, la compañía cuenta entre sus clientes con algunos equipos de LaLiga, por lo que esperan comenzar a partir de junio.
“Tratamos de proponer cosas nuevas a los clientes, como soluciones para hacer eventos en streaming mediante platós virtuales”, detalla el director de Globalia Meetings & Events, Juan José Hernández. Sin embargo, considera esta alternativa algo “temporal”: “Los eventos presenciales es donde mejor se puede comunicar y donde más se transmite. Cuando esto pase, volveremos ahí”. En el mismo sentido se expresa el CEO de BST Events, Carlos Escobar: “Soy escéptico en eso. El streaming sirve para pequeñas reuniones o cursos de formación con poco valor. Nuestra labor es motivar, incentivar y fidelizar, y para eso las relaciones humanas son fundamentales”.
Financiación y regulación de los ERTE
El sector prevé que la recuperación sea lenta y marcada por una primera fase de restricciones tras el fin del estado de alarma. “Fuimos los que primero caímos y los que más tiempo tardaremos en recuperar la normalidad por la imposibilidad de reunir a varias personas, sin olvidar la etapa de miedo de los asistentes a juntarse”, detalla Escobar. Además, García alerta desde la AEVEA que muchas compañías pueden quebrar: “Esto se va a llevar por delante a mucha gente, sobre todo a aquellas agencias que no tengan acceso a financiación”.
La solución que piden para contener la sangría es que el Gobierno abra nuevas líneas de financiación y contemple un cambio de perspectiva con los ERTE, que impiden despedir personal durante los seis meses siguientes a la recuperación de la actividad: “Para nosotros un ERTE de fuerza mayor no es la solución. Un comercio puede abrir la persiana el día después y pueden entrar clientes, pero nuestra recuperación no va a volver el día siguiente. Los eventos van a volver mucho más adelante”, sentencia García.