La maratoniana reunión del Eurogrupo para tratar de alcanzar una posición común con vistas a combatir los efectos de la crisis del coronavirus concluyó sin acuerdo tras 16 horas de vanos intentos. A primera hora de este miércoles, su presidente, el ministro de Finanzas portugués, Mario Centeno, anunciaba que el encuentro se reanudará el próximo jueves.
Pese a que sobre la mesa están hasta tres propuestas, teóricamente con un avanzado consenso sobre ellas, los miembros de la zona euro fueron incapaces de alcanzar un mínimo acuerdo sobre las condiciones para su aplicación, que es el aspecto que está bloqueando la cuestión.
Países Bajos, inflexible
Países Bajos lidera el bloque de países reacios a un “rescate” sin condiciones como pretenden los países del Sur, especialmente Italia, secundada por España y Francia. Los holandeses tienen el apoyo de los nórdicos y también de Alemania, por mucho que en las últimas horas algunos de sus ministros se hayan pronunciado a favor de flexibilizar posturas.
El Eurogrupo comenzó pasadas las cuatro de la tarde del martes y, tras un par de recesos, la reunión se retomó cerca de la medianoche, aunque con pocos visos de alcanzar algo parecido siquiera a un principio de acuerdo. Las posturas continúan demasiado alejadas.
Lejos de un acuerdo
“Tras 16 horas de debate, nos quedamos cerca de un acuerdo pero todavía no lo hemos alcanzado. He suspendido el Eurogrupo, que continúa mañana, jueves”, escribió Centeno en su cuenta de la red social Twitter poco antes de las 9 horas de este miércoles. A última hora de la noche del martes, su portavoz anunciaba una rueda de prensa para las 10 horas, a la vista de que la reunión se alargaba más de la cuenta. El encuentro con los medios también deberá esperar.
Pese a la visión optimista del presidente, lo cierto es que cualquier cosa parecida a un mínimo acuerdo sigue presentándose como algo quimérico. “Estamos bastante lejos de llegar a un acuerdo”, aseguran a Crónica Global fuentes próximas al Eurogrupo, que añaden que, al menos, ha quedado de manifiesto que Países Bajos se ha quedado prácticamente en solitario en su postura de absoluta inflexibilidad. “Alemania y los países nórdicos están más dispuestos a escuchar”, insisten.
Solo para sanidad
Los holandeses no están dispuestos a aceptar que los países miembros, especialmente los del Sur, puedan disponer cualquier tipo de fondo (bien sea el MEDE, bien uno nuevo que salga de la reunión, como el que propone Francia) sin condiciones previas. Como mucho, reconsiderarían su postura siempre y cuando tengan la garantía de que la totalidad del dinero se emplea, en exclusiva, en financiar la lucha sanitaria contra la pandemia. Contra este argumento se han manifestado en las últimas horas diferentes miembros del Gobierno alemán.
No obstante, parece difícil de creer que Países Bajos sea capaz de hacer descarrilar al Eurogrupo en solitario.
La resistencia de Italia
En el lado contrario aparece Italia. Tras el receso acordado sobre la diez de la noche del martes, trascendió que los transalpinos se habían negado en redondo a discutir cualquier decisión que incluyera condiciones para los países miembros. Entre las dos aguas, aunque más próximo a estas últimas, Francia insistió en su propuesta de un gran fondo común para atajar los efectos que para las economías de los países miembros tendrá la crisis del coronavirus.
Sin duda, el discurso del ministro galo, Bruno La Maire, es de los que más aceptación tiene. El problema, como ocurre casi con todo lo que se debatió, llega a la hora de consensuar la manera de financiarlo.