Mango ha cambiado las condiciones de pago a sus proveedores y atrasará un mínimo de 120 días el abono de las tarifas mientras dure la crisis provocada por el coronavirus. La firma textil ha remitido una carta a sus colaboradores en la que informa de que trata de “asegurar” el cash flow --flujo de efectivo--, así como “ajustar las compras a la nueva realidad”. Los operadores que trabajan con la compañía temen que la medida provoque un efecto cascada y los obligue a endeudarse. La empresa capitaneada por Toni Ruiz anunció en paralelo hace unos días un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) sobre 4.767 trabajadores en España a consecuencia del cierre de sus tiendas.
La carta de Mango, a la que ha tenido acceso este medio, está firmada por el CEO de la compañía, Toni Ruiz, y fue enviada el pasado 13 de marzo, un día antes de que el Gobierno decretara el estado de alarma para evitar la propagación del Covid-19. En el documento se señala cómo el golpe del virus está siendo especialmente duro con Italia y España, con el consecuente impacto en los negocios. “Estamos previendo una gran caída de nuestras ventas debido al cierre de nuestros mercados más importantes en las próximas semanas”.
Ajuste de las compras
“En estas circunstancias extraordinarias, nuestros equipos de compras están haciendo esfuerzos para ajustar sus compra a esta nueva realidad”, sostiene Ruiz en la carta. “Debemos de asegurarnos de que nuestro flujo de efectivo esté asegurado y para eso debemos cambiar nuestras condiciones de pago a un mínimo de 120 días hasta que termine la crisis”.
La ley marca que el plazo límite legal para el pago a proveedores es de 60 días. Según ha confirmado la compañía a este medio, se trata de una situación “excepcional” para asegurarse tener liquidez y que volverá a la normalidad tras la crisis sanitaria y una vez que las tiendas vuelvan a abrir. No obstante, algunos de los proveedores consultados temen que la medida genere un roto en las cuentas de operadores logísticos y transportistas, obligándoles a endeudarse y provoque un efecto cascada. Desde Mango aseguran no tener constancia de ninguna queja formal a este respecto.
ERTE y cierre de tiendas
De forma paralela, el pasado 20 de marzo la compañía anunció el ERTE para 4.767 empleados en España —casi la totalidad de la plantilla en el país— por el cierre de las más de 400 tiendas a consecuencia del estado de alarma por el coronavirus. Mango ha asegurado que una vez que se reactive la actividad se reincorporará a los trabajadores. También Ruiz ha renunciado a su sueldo como consejero delegado mientras el expediente esté activo y el resto del equipo directivo lo reducirá “significativamente”.
Mango, que ha donado dos millones de mascarillas que se repartirán en los hospitales mediante su propia red logística, tiene cerradas el 78% de sus tiendas en todo el mundo —unas 1.695 de las 2.200 distribuidas en 72 países— por la alerta sanitaria. Fuentes de la empresa afirman que por el momento la única actividad se mantiene en el comercio online, que en 2019 representó el 25% de las ventas totales.
Sobre el impacto en la venta de la colección de primavera, la compañía detalla que se están optimizando stocks y que “todavía no se ha comprado el 100% de las colecciones del año, por lo que se están ajustando las compras a los diferentes escenarios”. Asimismo, para asegurar la liquidez se han pospuesto algunas para el segundo trimestre, como la renovación de las tiendas. También se está negociando el pago de los alquileres a los propietarios donde se ubican los establecimientos.