Los mercados han vuelto a dar la espalda a España e Italia. Tras el fracaso del último Consejo Europeo a la hora de buscar un plan común para afrontar la crisis planteada por la expansión del coronavirus, los inversores se han volcado en la compra de bonos de países contrarios a mutualizar la financiación de estas medidas a través de la emisión de bonos por parte de instrumentos comunitarios, como es el caso, sobre todo, de Países Bajos pero también de Alemania, Finlandia y Austria, en detrimento de los españoles e italianos. Un movimiento que no anticipa buenas noticias para el acuerdo para la emisión de los llamados eurobonos o coronabonos que buscan ambos países mediterráneos, que ni quieren oír hablar de la alternativa del mecanismo de rescate.
La primera sesión de la semana fue complicada para la bolsa española, que se vio como la única de las principales plazas europeas que registró pérdidas, por lo demás cercanas al 2%. Aun fresca estaba la controvertida decisión del Gobierno de restringir aun más la actividad económica con el objetivo de frenar el ritmo de los contagios, en medio de un debate interno que ya ha protagonizado algunas de las medidas adoptadas por el Ejecutivo de coalición en el marco de la crisis generada por la pandemia.
Furor inversor por Holanda
Pero el escenario se trasladó también al mercado de renta fija. Los inversores se refugiaron en los bonos de Holanda y Finlandia, países firmemente opuestos a los eurobonos, y también en los alemanes, cuya tradición también es contraria a este tipo de instrumentos. No fueron los únicos. Las compras también se centraron en bonos de países que están a favor de una emisión comunitaria y que, incluso, firmaron la pasada semana la carta dirigida por nueve estados miembros al presidente del consejo, Charles Michel, para convencerle de su conveniencia en estos momentos. Fueron los casos de Francia y, especialmente, Irlanda, hasta el punto de que sus respectivos bonos a 10 años volvieron a registrar tipos negativos.
No fue éste precisamente el caso de la renta fija española e italiana, de la que el mercado huyó, con mucha decisión durante la mañana y de forma notablemente más moderada por la tarde. Pero lo suficiente para poner la prima de riesgo española al borde de 110 puntos básicos y la italiana por encima de 200, a punto de superar a la de Grecia. Según se aproxima la fecha límite dada por España e Italia en la tensa última reunión del Consejo para tomar una decisión, los inversores apuesta por que ésta se aleja cada vez más de unos eurobonos que harían que ambos países pudieran relajarse a la hora de emitir su propia deuda, teniendo en cuenta que sus precios se han disparado en las últimas semanas.
Señalados
Al contrario, en las próximas horas el Tesoro saldrá en busca de 6.000 millones, que encontrará sin problemas en el mercado pero a más del doble que hace poco más de un mes.
Los expertos consideran que, en estos momentos, ambos son los grandes señalados en la actual y grave situación, inédita para las últimas generaciones. Y más tras liderar la rebelión en el Consejo contra la ortodoxia fiscal defendida a capa y espada por Países Bajos. Las cifras les apuntan como los más penalizados por la extensión del virus pero también como los que menos han aprovechado la época expansiva tras la anterior crisis para reducir más su deuda pública. Una circunstancia que incluso reconocía el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en una entrevista concedida recientemente al diario alemán Handelsblatt en la que, no obstante, defendió con vehemencia que la UE aceptara la propuesta de los ‘coronabonos’.
Golpe a los gobiernos
La alternativa a este instrumento, en forma de activación del fondo de rescate, dotado con medio billón de euros, pondría en una situación muy complicada a los gobiernos de ambos países, ambos conformados por una coalición entre socialdemócratas y formaciones de izquierdas. El rescate supondría decir adiós a una política presupuestaria basada en el incremento del gasto social en la que, en el caso de España, el PSOE ha basado buena parte de su oferta a Unidas Podemos para sumarse al Ejecutivo.
La entrada de los llamados ‘hombres de negro’ de la Unión Europea para asegurarse de que el país no abandonará la senda de la consolidación fiscal podría ser incluso más dañina para el Gobierno que los efectos del coronavirus en la economía, que ya está derivando en fuertes críticas al Ejecutivo, especialmente por parte de los empresarios.
El futuro se complica para España e Italia a la hora de pensar en la recuperación de la crisis en la que el Covid-19 va a sumir a todas las economías del mundo y que, en su caso, pasa de forma casi imperiosa por el apoyo de la Unión Europea en forma de emisión de bonos. Sin embargo, el dinero de los inversores apuesta por que la resistencia de ambos países mediterráneos se vendrá abajo.