El Banco Sabadell da un giro a previsión para 2020 por la crisis del coronavirus. La entidad ha manifestado durante la junta general ordinaria de accionistas su intención de replantear la estrategia, que provocará dejar la rentabilidad en segundo plano hasta que remonte la actividad económica. El presidente del banco, Josep Oliu, ha apostado por ayudar a las empresas para superar un reto del que no "tenemos precedentes”.
“Las medidas adoptadas por el Gobierno de España van en la buena dirección. No solo van a paliar los efectos generados por la crisis sino que muestran el mantenimiento del tejido empresarial y emprendedor que es el que crea empleo y riqueza”, ha subraydo Oliu durante la comparecencia en streaming que ha tenido lugar en la sede del banco en Alicante y para minimizar riesgos de contagios entre sus accionistas, que han votado a distancia.
Superar la crisis del Covid-19
Oliu ha detallado que ahora el "único objetivo” del banco es superar el impacto provocado por el Covid-19 y será entonces cuando la entidad retome su apuesta por mejorar la rentabilidad. El presidente del Sabadell ha asegurado, no obstante, que “esta no es una crisis como la del 2008, que era de origen financiero, es una crisis en la que hay que combatir un fenómeno epidemiológico nuevo. Es una crisis causada por la propia sociedad para defenderse”.
Sabadell cerró 2019 con un beneficio neto de 768 millones de euros, un 134% más que el año anterior tras tras sanear su filial británica TSB y desprenderse de su negocio inmobiliario con la venta de Solvia. Los planes del banco para 2020 pasaban por mejorar la rentabilidad de su actividad comercial y su posicionamiento en los países en los que tiene presencia, así como seguir deshaciéndose de activos problemáticos. Sin embargo, el estallido de la pandemia ha reconfigurado la estrategia, como ha reconocido el consejero delegado del banco, Jaime Guardiola: “Todavía es pronto para evaluar el impacto que la emergencia global va a tener en las economías, pero es previsible que sea importante”.
Defensa del tejido empresarial
Oliu ha detallado que el coste final del coronavirus dependerá de la duración de la crisis sanitaria y la efectividad de las medidas que se apliquen. Entre estas últimas, el presidente ha destacado los avales a empresas para cubrir las pérdidas mientras dure el estado de alarma ya que, considera, es la "mejor defensa para el empleo y la mejor estrategia social".
"Los bancos afrontamos este nuevo reto con una solvencia muy diferente de la que teníamos en 2008 y con liquidez suficiente. Seremos pues fundamentales para poder ejercer el necesario ejercicio de análisis y determinación de las formas mediante las cuales las diferentes empresas o familias puedan pasar este bache", ha destacado Oliu.
Continuidad de la operativa
“Nuestra prioridad principal, a día de hoy, es la protección de la salud de nuestro equipo y de todas aquellas personas con las que tenemos relación, a la vez que garantizamos la continuidad operativa y el servicio a nuestros clientes", ha afirmado Guardiola.
Durante la junta ordinaria, los accionistas han aprobado el nombramiento como consejera independiente de Mireia Giné Torrens, que sustituirá a Maria Teresa Garcia-Milà Lloveras. También ha quedado validado el reparto de un dividendo de 0,04 euros por acción con cargo a 2019.