La Fundació Joan Miró de Barcelona despide a toda la plantilla hasta que pase la crisis del coronavirus. La institución asegura que esta vía es la "única posible" para superar una situación coyuntural provocada por la pandemia del SARS-CoV-2, que obligó a la entidad a cerrar sus puertas el 13 de marzo pasado. El 70% de sus ingresos procede de entradas, actividades, ventas y alquiler de espacios.
La fundación ha comunicado que ha presentado un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) por causa de fuerza mayor para la totalidad de los 57 trabajadores que forman parte de la institución. Hasta ahora, y para contener el gasto, la entidad había negociado o suspendido los contratos de servicios externos de atención al público y limpieza, pero ahora extiende estas medidas a la plantilla al completo.
Mínima actividad
La fundación ha explicado que, mientras dure la situación y según las necesidades, se podrá desafectar y reincorporar al trabajo durante el tiempo necesario a aquel personal requerido para llevar a cabo los trabajos que se consideren indispensables para mantener una mínima actividad de comunicación y de mantenimiento y seguridad.
Con todo, la Fundació Miró ha lamentado "profundamente" haber tenido que tomar esta medida y espera que se restablezca la normalidad lo antes posible.