Una zona geográfica de una gran riqueza paisajista y cultural, un tesoro que nadie hasta ahora ha sabido proyectar como una marca que logre ser un destino mundial. Una zona que tiene una dimensión de algo más de la mitad del parque de Yellowstone, en Estados Unidos, y que conseguiría paliar la llamada España vacía, con la colaboración de tres comunidades: Cataluña, Valencia y Aragón. Se trata del proyecto turístico, basado en la “producción de naturaleza”, del Maestrazgo-Els Ports, que lidera el biólogo valenciano Ignacio Jiménez.
Es un proyecto con el objetivo de que pueda ser una realidad en diez años, y que cuenta con una enorme ambición: la de responder a una demanda para la España vaciada, que no tiene oportunidades. Y también para los amantes de la naturaleza, para turistas potenciales que abrazan una doble idea: un ocio responsable y sostenido, y descubrir los tesoros del mundo rural.
Se trata de un espacio de 550.000 hectáreas, que engloba municipios de tres comunidades: Cataluña, Valencia y Aragón; con dos parques naturales, y con el 58% de toda esa superficie dentro de la Red Natura 2000 que ampara la Unión Europea. El biólogo Ignacio Jiménez, con una amplia experiencia en diferentes países en la creación y potenciación de parques naturales, señala a Crónica Global lo que se pretende: “Trabajamos con una idea que, a priori, genera sorpresa, que es la de ‘producción de naturaleza’. Se trata de recuperar especies y fauna autóctona, pero con el ánimo de que exista una continuidad ecológica en toda esa zona, y siempre de acuerdo y con la colaboración de las poblaciones locales y de sus ayuntamientos”.
Orgullo local
El proyecto parte, de hecho, del parque natural de Els Ports, en Tarragona, que invitó a Jiménez a diferentes actos para explicar su experiencia. ¿Qué se podía hacer, qué dinámicas de colaboración se podían establecer? Jiménez ha desarrollado planes de esas características en Chile y en Argentina, como director de conservación de Conservation Land Trust entre 2005 y 2018, con el mayor parque natural en el país, en Corrientes. Jiménez ofrece un dato: “El último presidente que había visitado esa zona fue hace ocho años, y en los últimos dos años el presidente Macri la ha visitado hasta seis veces. Es decir, se ha creado una marca, un motivo de orgullo para todo el país, para la población local, que pensaba que lo tenía delante no tenía ningún valor”.
Aquella iniciativa –Jiménez llevaba más de veinte años en el extranjero, volcado en proyectos de naturaleza en diferentes países y continentes—logró en 2016 el premio Biodiversidad, que organiza la fundación BBVA. Y fue posible gracias a distintas entidades como la Tompkins Conservation, que creó el fundador de las multinacionales North Face y Espirit.
Esa es una cuestión crucial. “Mis proyectos me han posibilitado el contacto con una red que cree en esa idea de ‘producción de naturaleza”, señala el biólogo valenciano. Es decir, hay recursos disponibles, para llevar a Europa una especie de Yellowstone, en una zona que es la fotografía de esa España vaciada que se denuncia: 42.000 habitantes, lo que deja una densidad de población de ocho vecinos por cada kilómetro cuadrado.
El proyecto se encuentra en una fase de comunicación. Hay reuniones locales, en las tres comunidades, en Tarragona, en Valencia y en Teruel, con los ayuntamientos. “La recepción es buena y se ha creado una alianza de sentimientos, de ilusión, de cohesión y de colaboración”, señala Jiménez, en conversación con Crónica Global. Para mantener ese espíritu se ha elaborado un primer vídeo, que es un fenómeno viral en las zonas implicadas, en el que se contrapone la España vacía –la de las ciudades, en las que impera el ruido, sin espacio para nada— y la España llena, de aire limpio, fauna, pueblos y monumentos históricos y vecinos acogedores.
Jugar en la Champions
Pero, ¿qué se pretende? “Se puede crear una gran marca turística, para oteadores de aves, para amantes de la cultura, para caminantes por la naturaleza, y se puede crear, para ello, muchos puestos de trabajo, además de dar vida a zonas que ahora tienen un difícil futuro”, señala Ignacio Jiménez.
El tipo de público que se busca es europeo y norteamericano, que valora iniciativas de este tipo, centradas en la naturaleza. “Hay que jugar en la Champions, y lo podemos hacer, lo tenemos todo en España, y no se sabe apreciar, porque no juntamos todos los ingredientes que tenemos a disposición”, insiste Jiménez.
Ahora es un proyecto virtual, pero el espacio, todo lo que se puede pedir a una marca turística centrada en la naturaleza ya existe. Y, además, cumple con un objetivo más político en estos momentos en España: la colaboración entre diferentes instituciones, ayuntamientos y gobiernos autonómicos en una zona que, históricamente, por cuestiones culturales y comerciales, no entiende de barreras administrativas.