Los efectos del coronavirus comienzan a llegar a las proyecciones de negocios de las empresas. Una de las primeras en actualizar los suyos ha sido la aseguradora Mapfre. En el marco de su junta de accionistas, celebrada este viernes, la compañía ha revisado a la baja sus estimaciones de ingresos para 2021, que ahora se sitúan en una horquilla de entre 28.000 y 30.000 millones de euros, mientras que los planes iniciales apuntaban a ésta última cifra como un objetivo mínimo.
En un comunicado remitido como información privilegiada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Mapfre ha justificado la actualización de sus objetivos estratégicos “como consecuencia del entorno económico, político y social, los cambios en el modelo de negocio y de la volatilidad de las economías mundiales”.
Menos rentabilidad
La compañía espera a partir de ahora lograr un retorno sobre el capital (ROE) entre el 8% y el 9% como promedio en el trienio 2019-2021, en el que se enmarca su plan de objetivos. Su anterior estimación contemplaba finalizar el periodo con una rentabilidad del 10%.
Ya a mediados de febrero, cuando algunos organismos multilaterales comenzaron a revisar a la baja sus previsiones sobre el crecimiento económico mundial (incluso antes de la expansión mundial de la crisis del coronavirus), Mapfre abrió la puerta a realizar una nueva proyección de sus objetivos ante la posibilidad de que el empeoramiento del contexto internacional le impidiera alcanzar los inicialmente fijados.
Empleo a discapacitados
Mapfre se compromete a que al menos un 73% de los negocios medidos obtengan un NPS (lealtad de clientes) superior a los promedios de los competidores, además de obtener una ratio combinada del negocio no vida promedio en el trienio de entre el 96% y el 97%.
En el lado de la plantilla, la compañía prevé alcanzar un Índice de Cultura y Talento mínimo del 75%, al menos un 45% de mujeres en puestos de rentabilidad y alcanzar un 3% de los puestos de trabajo ocupados por personas discapacitadas.