El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha admitido que la crisis del coronavirus ha trastocado ya los planes del Ejecutivo en cuanto a las cuentas públicas, toda vez que el incierto impacto económico de la epidemia obligará a rehacer los Presupuestos Generales del Estado en los que Moncloa estaba trabajando. Sánchez también ha dado por hecho que España no podrá cumplir el objetivo de déficit exigido por Bruselas.
Al menos, eso se deduce de la petición de flexibilizar este objetivo que el presidente ha realizado en la reunión extraordinaria del Consejo Europeo que ha tenido lugar este martes, a través del sistema de videoconferencia, para abordar posibles actuaciones de la Unión Europea con el fin de atajar la crisis provocada por la extensión del coronavirus. Tras participar en esta atípica reunión, Sánchez ha reconocido, a preguntas de los medios de comunicación, que el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado que se había empezado a tramitar en el Congreso (y que pasó hace unos días su primera criba con la aprobación del techo de gasto con el apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya) deberá ser modificado dado que el escenario en el que comenzaron a ser diseñados ha cambiado por los efectos del coronavirus.
En el aire antes del virus
“Cualquiera puede entender que ya no nos valen, el plano económico se verá modificado por una crisis que no sabemos exactamente cuándo terminará, por lo que tendremos que preparar otros Presupuestos”, admitió Sánchez. Sobre el objetivo de déficit, vino a confirmar lo que era un secreto a voces, esto es, que solicitaría a Bruselas poder endeudarse más para afrontar el incremento de gasto que supondrá paliar el impacto económico que está teniendo la extensión del virus. Una alternativa que incluso ya se barajaba cuando apenas la epidemia ni siquiera había llegado a Europa.
A la espera de conocer la respuesta del Ejecutivo europeo, Sánchez también ha solicitado la adopción de mecanismos por parte de Bruselas que doten de liquidez a las empresas, especialmente las pymes, que se vean afectadas por el coronavirus. En este sentido, parece ser que se constituirá un fondo europeo dotado con algo más de 7.000 millones de euros para tal fin y que podría ampliarse hasta 25.000 millones.
Ayuda a las familias
En el plano doméstico, el presidente del Gobierno volvió a mencionar que ultima un plan de choque de carácter económico para la crisis del coronavirus. Aunque no concretó las medidas, sí adelantó que irán encaminadas a la protección de las familias, “especialmente las trabajadoras”, para facilitarles el cuidado de los hijos en aquellos territorios como Madrid, Euskadi y La Rioja en los que se ha decretado el cierre de los centros escolares de forma preventiva. Se articulará mediante sistemas de reducción de jornadas, que también se pretende aplicar para ayudar a sectores que estén siendo especialmente golpeados por el coronavirus y hayan sufrido notables caídas de demanda.
Como ya había adelantado tras el Consejo de Ministros la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, Sánchez advirtió de que el Ejecutivo se mantendrá especialmente vigilante con estas medidas para impedir que las empresas “tengan la tentación de aprovechar la circunstancia para ejecutar reducciones de plantilla”.
Medidas sin concretar
Por último, también anunció que está dispuesto a facilitar lineas de crédito, a través del ICO, aplazamientos y moratorias para ayudar a las pymes. “No vamos a permitir que las tensiones de liquidez afecten a nuestras empresas”.
El próximo jueves, el presidente se reunirá con la patronal y los sindicatos para hablar de estas medidas y, además, se celebrará un Consejo de Ministros extraordinario. Quizá entonces sea el momento de conocer estas medidas de forma más concreta.