La Bolsa empieza a convertir en habitual lo que resulta del todo excepcional. El Ibex-35 cerró su sexta jornada en rojo de las últimas siete, con un balance global que asusta: un desplome del 13,5% y un descenso en su capitalización próximo a los 75.000 millones de euros, equivalente al 6% del PIB.
A diferencia de otras sesiones, los inversores no tuvieron ninguna duda de que este viernes tocaba continuar con la huida. La referencia de Wall Street en la jornada anterior, en la que los principales índices retrocedieron más de un 4%, fue una señal inequívoca de la dirección que debían tomar. Eso sí, tras llegar a perder más de un 4% durante la jornada, el castigo fue de “sólo” el 2,92%, gracias a un intento de remontada de última hora motivado por el hecho de que los índices neoyorquinos comenzaban a enjugar las pérdidas de la apertura.
Castigo a la banca
La inquietud ya no llega por el temor a una epidemia por la extensión del coronavirus sino por las evidencias que están empezando a mostrar grandes empresas sobre su impacto. No en vano, además de IAG, que volvió a ser el valor más castigado del selectivo, con pérdidas cercanas al 9%, la banca fue el protagonista negativo de la jornada. BBVA, Caixabank y Bankinter perdieron más de un 4% mientras que Bankia, que cayó en similares proporciones, ahondó en sus mínimos históricos.
Peo aún fue para Telefónica que, con caídas superiores al 6%, ya cotiza en sus mínimos de los últimos 23 años. El pesimismo inversor se llevó por delante incluso valores que días atrás habían salvado los muebles gracias a sus buenos resultados, como fue el caso de Iberdrola hace dos sesiones.
Este viernes, la eléctrica se dejó más de un 4%, acompañada por Repsol (-3,62%), que contempla con preocupación como el precio del barril de petróleo, otro de los grandes masacrados de la crisis del coronavirus, ya cae por debajo de 50 dólares.
Acciona, el contrapunto
No le fueron mucho mejor las cosas a otros componentes del sector energético, que suelen actuar como refugio en estas situaciones. Pero, igual que sucede con el virus, el mercado tampoco termina de encontrar una vacuna adecuada. Así, Naturgy, Endesa y Red Eléctrica sufrieron recortes superiores al 3% al cierre de la jornada.
Paradójicamente, valores del castigadísimo sector del turismo aportaron las escasas buenas noticias de la sesión, especialmente Amadeus, que remontó más de un 3%. Por su parte, Meliá subió algo más de un 2%. En este entorno tan hostil, Acciona fue capaz de acabar la sesión con subidas muy próximas al 5%, animada por la buena acogida de sus resultados anuales.