Nueva vuelta de tuerca al plan estratégico de Iberdrola. La eléctrica volverá a revisar la hoja de ruta trazada a comienzos de 2018 para el horizonte de cinco años y que se ha visto ampliamente superada por el desarrollo del negocio de la compañía y su reflejo en los resultados. El objetivo de alcanzar 3.900 millones de euros de beneficio en 2022 se verá incrementado hasta en un 15%.
Será con ocasión del llamado Día del Inversor, que Iberdrola tiene previsto celebrar a mediados de mayo en Londres. Coincidiendo con el ecuador del plan estratégico, la energética procederá a algo más que una actualización de sus principales metas, que prevé superar al menos con un año de antelación. Algunas de ellas, como es el caso del dividendo, serán alcanzadas incluso en este 2020.
Los 0,40 euros por acción que estaban previstos para retribuir al accionista en 2022 serán una realidad en abril, cuando la junta de accionistas de la compañía dé su visto bueno al dividendo complementario propuesto por el consejo de administración.
Dos años de antelación
El plan actual contempla un objetivo de resultado neto en 2022 de entre 3.700 y 3.900 millones de euros. La parte baja de esta horquilla será conquistada por Iberdrola al cierre de 2020 si se cumple el guidance que la eléctrica ha dado a los inversores para este año, que incluye un incremento del beneficio a “dígito simple alto”.
Incluso, la cifra podría no estar demasiado lejos del objetivo óptimo ya que Iberdrola no cuenta en la citada estimación con las plusvalías que se anotará por la venta de su participación en Siemens Gamesa, una vez se cierre la operación (la cifra bruta asciende a 485 millones de euros).
De este modo, Iberdrola podría lograr el resultado programado en el plan estratégico con dos años de antelación.
El horizonte de 2022
Pero la eléctrica también ha dado al mercado el mensaje de que el ritmo de incremento de beneficios para los años siguientes también será de “dígito simple alto”, lo que definitivamente deja la meta de los 3.900 millones de euros en un mero paso intermedio para conseguir objetivos más ambiciosos, que situarían las nuevas metas del plan entre un 10% y un 15% por encima de esta cifra.
Lo mismo sucede con su resultado bruto de explotación (Ebitda), que Iberdrola ha llevado por primera vez por encima de los 10.000 millones de euros. La meta de 12.000 millones contemplada en el plan también será ampliamente superada antes de tiempo.
Primera revisión
La eléctrica que preside Ignacio Galán ya tuvo que revisar, hace aproximadamente un año, un por entonces recién estrenado plan estratégico que tenía por fin un resultado de 3.700 millones al cierre de 2022.
Sin embargo, el cambio de Gobierno a mediados de 2018 y el impulso que le dio el nuevo Ejecutivo de Pedro Sánchez a la transición energética, con una hoja de ruta concreta frente a la indefinición que había mostrado el Gobierno del Partido Popular, llevó a Iberdrola a ampliar en 2.000 millones las inversiones contempladas en el plan (hasta 34.000 millones) y dejar esos 3.700 millones como objetivo mínimo.
Disparada en Bolsa
Los números de 2019 hechos públicos este miércoles por Iberdrola y sus estimaciones ponen de manifiesto que el traje se le ha quedado muy pequeño.
El mercado comienza a descontar este escenario, como prueba el hecho de que las acciones de Iberdrola se dispararon en la sesión del miércoles para cerrar con un avance del 5,11%, hasta 11,20 euros. Su capitalización bursátil se aproxima a los 72.300 millones de euros.
Desde que la compañía presentó la primera versión del plan 2018-2022 sus títulos se han revalorizado más de un 84%, frente a un Ibex con una evolución prácticamente plana en el mismo periodo, incluso descontando las fuertes caídas de las últimas sesiones debidas al pánico generado por la extensión del coronavirus.