Las empresas pueden ser “una fuerza poderosa para alcanzar el bien”. El mensaje del empresario Bob Chapman tiene un acento moral, pero es también una herramienta para que las compañías obtengan mejores resultados. Una idea que se escuchó este miércoles en un auditorio repleto en la sede de Foment del Treball, y que sirve para que la patronal que dirige Josep Sánchez Llibre adquiera un marcado giro a favor de un capitalismo inclusivo.
Si se cuida a los trabajadores en las empresas, sus familias tendrán una mayor calidad de vida. Con la habilidad propia de los oradores anglosajones, Bob Chapman difundió este miércoles su particular experiencia, que le ha llevado a dirigir, tras heredar la compañía de su padre en 1975, un holding de 115 empresas, con una facturación cercana a los 3.000 millones de dólares y con un crecimiento del precio de la acción del 17% anual durante los últimos 20 años.
Ataques de corazón, los lunes
Chapman no es un líder cristiano, de los que utilizaban las televisiones por cable para hacer proselitismo y ganar, además, mucho dinero, al estilo de Jerry Falwell. Pero utiliza su propia experiencia, con una familia numerosa de seis hijos, para insistir en una gestión diferente en el mundo empresarial. Armado con numerosas estadísticas, Chapman, el dueño de la multinacional Barry-Wehmiller --suministradora de tecnología-- consideró que se le debe dar la vuelta a un número. Y es que el 88% de todas las personas que trabajan --en los Estados Unidos, aunque hay trabajos con resultados similares en otros países-- consideran que no reciben el cuidado necesario en sus empresas. Además, el 74% de las enfermedades crónicas están relacionadas con el estrés, y éste es producto del trabajo. ¿Otro dato? El 20% de los ataques de corazón se producen los lunes por la mañana, a la vuelta del trabajo y cuando se reestablece la relación con el jefe.
El relato de Chapman, que explicó cómo motiva a sus trabajadores, cómo consigue que aporten un mayor valor a la empresa, derivó en un coloquio con el auditorio en un acto organizado por el departamento de recursos humanos de Foment del Treball, junto con Aedipe Catalunya y MRC International Training, que han promocionado la visita de Chapman a Barcelona con el libro del propio empresario, Todo el mundo es importante.
Las preguntas del trabajador
¿Qué señala el empresario? La idea es que los trabajadores deben tener “ayuda psicológica”, saber qué se hace, el “impacto” de la empresa o “cómo se alinea el trabajo conjunto” de la compañía. Con ello, todos los trabajadores saben qué aportan y qué pueden aportar. Se trata de un discurso habitual en muchos manuales sobre el mundo empresarial, principalmente en Estados Unidos, pero que también tiene una gran incidencia en Europa.
Chapman insistió en que se trata de tres ejes o de tres partes diferenciadas: “Hay que hablar de personas, del propósito y del rendimiento de esas personas. Lo que se debe tener en cuenta, de forma prioritaria, es el cuidado de esas personas, porque son el valor de la empresa”.
No sólo para los accionistas
El mensaje de Chapman lo corroboraba Sánchez Llibre, el presidente de Foment, que ha puesto a trabajar a la patronal en varias direcciones: más elaboración teórica, para defender un capitalismo centrado en la economía productiva; propuestas de choque, para presentar alternativas a los gobiernos, sea el de la Generalitat o el Gobierno central, y recuperar la unidad empresarial con objetivos comunes.
El espacio común de Foment con dirigentes empresariales como Chapman pasa por dejar de lado la obsesión por el beneficio de los accionistas y asegurar la viabilidad de las empresas.
Actuar con altruismo
“Hay que hacer cosas por altruismo, no pensando en el beneficio, y yo he tenido esos valores, con mi formación de contable. Cuando me dicen que ese trabajador ha podido, con el cuidado en la empresa, mejorar su relación con su familia, que eso le ha mejorado en todos los aspectos de su vida, eso para mí es una satisfacción enorme”, señaló Chapman ya en el coloquio con los asistentes.
Se trata de un cambio empresarial, del capitalismo más descarnado al “capitalismo consciente”. Lo que propone y ha practicado Chapman es motivo de estudio en distintas universidades, las que trabajan a partir de casos prácticos, en Estados Unidos. La clave de ese cambio, y ahí conecta con lo que quiere impulsar Foment a través de su servicio de estudios estratégicos, es la creación de valor en las sociedades no sólo para los accionistas, sino para todos los que están relacionados: clientes, empleados, proveedores o inversores, y también para el medio ambiente.