Colonial hizo historia el pasado año al registrar un beneficio de 827 millones de euros, los más elevados en sus cerca de 75 años de historia, un 58% por encima de los conseguidos en 2018. La compañía que preside Juan José Brugera elevó un 38% su resultado recurrente, hasta 139 millones de euros, tras alcanzar unos ingresos por rentas de 352 millones, lo que supone un incremento del 4% en activos comparables (like for like) respecto al año anterior.
La revalorización de activos de la compañía se fue hasta los 819 millones de euros (frente a 580 millones en 2018).
La socimi cerró 2019 con un valor neto de activos de 11,5 euros por acción, un 14% más que, sumado al dividendo repartido, da como resultado una subida del 16% en la rentabilidad para el accionista.
Actividad destacada
La compañía destaca la consecución de estos resultados en un ejercicio en el que ha llevado a cabo numerosas desinversiones, por valor de unos 500 millones de euros, entre las que destaca la cartera logística proveniente de Axiare. Colonial considera que una de las claves para alcanzar estos resultados ha sido la notable actividad en 2019.
“Hemos firmado contratos relacionados con 263.000 metros cuadrados, cuando en un ejercicio convencional hacemos, más o menos, la mitad”, admitió el consejero delegado de Colonial, Pere Viñolas
Objetivo: facturar 500 millones
El ejecutivo recordó que la compañía trabaja actualmente en una cartera de diez proyectos, que suman una inversión de casi 1.300 millones de euros, y que tiene prevista su entrega entre este año y 2023. Se trata de cerca de 200.000 metros cuadrados para oficinas prime en los mercados estratégicos de la socimi (Barcelona, Madrid y París).
Éste será uno de los vectores de crecimiento futuro de la compañía para lograr su objetivo de alcanzar una facturación de 500 millones de euros, que aspira alcanzar en 2023.
Colonial identificó en el último trimestre de 2019 opciones de nuevas inversiones por valor de 1.000 millones de euros, de los que, hasta la fecha, ha ejecutado 115 millones.