UBS ha enviado una comunicación a sus clientes de banca privada para prevenirles sobre la “presión” que los activos de riesgo están sufriendo debido a la rápida propagación del coronavirus fuera de China.

Mark Haefele, consejero delegado de la división de inversiones globales, indica en una “alerta” dirigida a la clientela que el veloz crecimiento de los casos confirmados en Italia ha aumentado significativamente el riesgo de una fuerte caída en la confianza empresarial y del consumidor en Europa y Norteamérica.

Confinamiento

“Dado el periodo de incubación del virus, las dos semanas próximas serán decisivas para determinar el alcance del brote, las medidas que las autoridades estén dispuestas y en condiciones de tomar para contenerlo y el efecto económico que surtan tales medidas”, afirma Haefele.

Los analistas de UBS creen que si Occidente adopta las contundentes prevenciones aplicadas por el Gobierno chino, con el cierre de ciudades enteras y el confinamiento de millones de personas, el crecimiento económico podría resentirse durante el primer semestre.

China contiene el virus

En semejante hipótesis, las autoridades monetarias y fiscales se verían forzadas a desarrollar actuaciones compensatorias para frenar una caída prolongada de la actividad.

Según UBS, las disposiciones adoptadas en China van en la buena dirección y están logrando contener el brote. Los casos nuevos al margen de la provincia de Hubei, donde se inició el virus, se sitúan en niveles muy bajos. Por ello, el banco estima que la actividad económica tenderá a normalizarse y que la interrupción de la cadena de suministros comenzará a resolverse.

Indicadores económicos

En todo caso, UBS sigue atentamente la evolución de los indicadores de actividad de la economía del coloso asiático, como el consumo de carbón, las compraventas inmobiliarias, el volumen de ciudadanos sujetos a trabas que regresan a sus casas tras las fiestas del año nuevo lunar, e incluso el tráfico en las autopistas del país.

El banco suizo insta a sus clientes a mantener la cabeza fría y a guiarse por perspectivas de inversión a largo plazo. Asimismo, mantiene su consejo de diversificación global y por clases de activos.

Mercados emergentes

A este respecto, la institución financiera helvética recomienda a sus impositores que las carteras apuesten por los mercados emergentes, en detrimento de las acciones de la zona euro.

Según las previsiones que maneja la entidad, los beneficios de las grandes corporaciones asiáticas, excluido Japón, crecerán este año cerca de un 12%. Las tasaciones actuales de sus acciones son ajustadas, ya que se negocian a razón de 1,6 veces el valor contable, lo que representa un descuento del 35% respecto de sus homólogas mundiales.

Inversiones a corto plazo

Por el contrario, los títulos de la zona euro se intercambian con una ratio precio-beneficios para los próximos doce meses de 14,8 veces, es decir, se sitúan en el extremo superior del rango de los últimos 15 años. Además, se prevé que las ganancias de las compañías europeas se contraerán en 2020 un 1%.

Dadas las posibles cuarentenas que se pueden decretar en algunas ciudades europeas en los próximos días, UBS aconseja en el rabioso corto plazo huir de las acciones de aerolíneas y cadenas hoteleras e invertir en empresas que se “benefician de aquellos consumidores que permacenen en sus hogares”, es decir, comercio electrónico, juegos y envíos a domicilio de comida.