La Cámara de Comercio de Barcelona apuesta por la construcción de la delegación del museo Hermitage en el puerto de la ciudad.
Así se ha posicionado la entidad presidida por Joan Canadell en un comunicado en el que considera que este tipo de iniciativas "contribuyen a dinamizar" la economía local y ayudan a atraer "turismo de calidad".
Nuevas oportunidades culturales y conómicas
Según la Cámara, el Hermitage "representaría nuevas oportunidades" para la ciudad "desde el punto de vista cultural y económico" y serviría para consolidar "la posición de liderazgo de la capital catalana".
"Hoy Barcelona es una referencia cultural internacional gracias a la colaboración público-privada y al impulso de la sociedad civil, que a lo largo de la historia ha apostado por la cultura como dinamizadora de la actividad económica", añaden para justificar su posición.
Seguridad jurídica
De igual forma, la Cámara considera que la "apuesta cultural" en las últimas décadas en Barcelona ha permitido que la ciudad "sobresalga como polo de excelencia cultural e impulse el arraigo del talento" en ámbitos como el editorial, el de las artes escénicas, los grandes festivales de música y la experimentación en torno a la imagen.
Por todo ello, concluyen, "es importante que el proceso de concesión que está impulsando la Autoridad Portuaria no se pare y se desarrolle en un entorno de seguridad jurídica".
El proyecto, en el aire
En este momento, el proyecto de construcción de una delegación del museo Hermitage en Barcelona está en el aire. A falta de que el ayuntamiento fije una posición definitiva a lo largo de los próximos meses, los informes encargados por el bipartito de BComú y el PSC son desfavorables al establecimiento de la subsede de la pinacoteca rusa en la nueva bocana del puerto --por su impacto negativo sobre el urbanismo y la movilidad, y por su inviabilidad económica--.
La dirección del museo con sede en San Petersburgo apuesta por esa localización y ha mostrado su enfado por la "falta de cortesía" de las autoridades barcelonesas. Mientras tanto, el Ayuntamiento de Madrid se deja querer como alternativa ante un posible desacuerdo definitivo que descarte Barcelona como emplazamiento de la delegación.