VidaCaixa obtuvo un beneficio neto en el ejercicio 2019 de 795 millones de euros, lo que representa un incremento del 20% con respecto al año anterior, gracias al impulso del negocio y al mayor volumen de recursos gestionados, según ha informado la entidad este miércoles, 19 de febrero.
"Es un beneficio especialmente equilibrado, todas las líneas de negocio han generado y contribuido positivamente. Sin duda, estamos muy contentos en haber conseguido esta evolución", ha subrayado el consejero director general de VidaCaixa, Javier Valle, durante la presentación de los resultados anuales.
"Un balance aburrido"
Los gastos de explotación crecieron un 12%, hasta los 121 millones de euros, debido a las mayores inversiones en el futuro del negocio y a los desarrollos de plataformas en Portugal. Asimismo, el balance de VidaCaixa ascendió a 76.116 millones de euros. "Es un balance aburrido, pero nos enorgullecemos de él", ha indicado el consejero director general de la aseguradora. La ratio de solvencia se colocó en el 169% a cierre de 2019.
La aseguradora comercializó 12.060,3 millones de euros en primas y aportaciones el año pasado, un 11,7% más interanual, de los que 11.092,4 millones de euros corresponden al negocio de ahorro (+13,2%). De estos, 9.876 millones de euros son del negocio de VidaCaixa, mientras que los 1.217 millones de euros restantes son de su filial portuguesa, BPI.
Periodo de estabilización
Al negocio de riesgo corresponden los 967,9 millones de euros restantes del importe conjunto comercializado, de 12.060,3 millones de euros, lo que representa un descenso del 3,3% interanual. La compañía ha explicado que esta caída se debe a un periodo de estabilización, después de haber crecido "extraordinariamente" un 20,2% en 2018. "Sigue avanzando a buen ritmo el segmento de colectivos", ha apostillado. Este crecimiento derivó en un volumen de recursos bajo gestión de 93.010,8 millones, un crecimiento del 10,7% con respecto a 2018. Según ha explicado la firma, la gestión activa de las inversiones ha propiciado una importante revalorización del patrimonio. Del conjunto de los recursos gestionados, 54.755 millones de euros derivan de los seguros (+8,4%), 30.608 millones de euros a planes de pensiones (+15,2%) y 7.648 millones de euros a BPI Vida y Pensiones (+10,4%).
"Son cifras altísimas, muy importantes, se trata de ahorros acumulados de nuestros clientes para pagar contingencias, vencimientos o ventas. Estamos preocupados en el día a día para que se haga de la mejor forma posible", ha remarcado Valle. No obstante, más de la mitad de las primas comercializadas en el negocio de riesgo corresponden a clientes individuales, unos 592 millones de euros (-13,1%). Las primas en colectivos se situaron en 375,8 millones de euros, con un crecimiento del 17,6% más.
Prestaciones en España y Portugal
Valle ha destacado el papel de VidaCaixa en el acompañamiento de sus clientes para consolidar un complemento a su pensión pública. La aseguradora abonó 3.954 millones de euros en prestaciones en España y Portugal, proporcionando un ingreso complementario a la pensión pública durante la jubilación y protección en situaciones de riesgo.
Más de la mitad, 2.061 millones de euros, se cobraron en forma de renta; 719 millones de euros se percibieron como capital (en un solo pago, y más de 1.174 millones de euros se destinaron a proteger económicamente a personas en situaciones e enfermedad grave, fallecimiento o invalidez. Valle ha indicado que en España hay más de 12.000 personas centenarias y se prevé que de aquí a 20 años haya más de 240.000 personas con una edad superior a los 99 años. "Tenemos que repensar nuevas tipos de soluciones adecuadas a las necesidades actuales", ha precisado.
Estudia comercializar hipotecas inversas
Javier Valle ha asegurado también que la entidad está estudiando múltiples proyectos de innovación, entre los que se encuentra la comercialización de las hipotecas inversas. "Estamos aprendiendo cuáles son los riesgos y cómo definirlo para estar seguros de que nos cubrimos", ha reconocido Valle, que ha pedido una mayor definición regulatoria al respecto.
Según ha explicado, el marco actual es "poco claro" y requiere de una mayor protección al cliente. En cualquier caso, ha indicado que se encuentran estudiándolo para "entenderlo muy bien". La hipoteca inversa no se vendía en España desde que BBVA la retiró su comercialización en 2013, pero se relanzó en octubre de 2018 a través de un acuerdo firmado entre Óptima Mayores y el banco portugués BNI Europe. Óptima Mayores formalizó hipotecas inversas por importe de 30 millones de euros a lo largo de 2019, el máximo que podía comercializar ese año según el acuerdo que tiene vigente con el BNI Europe.
A demanda de los clientes
A lo largo del año se formalizaron más de 150 operaciones, con un volumen medio prestado de 198.000 euros. La cantidad media que se presta es del 30% del valor de tasación, pudiendo llegar hasta el 45% en función de la edad. En julio de 2019 también se adentró en el negocio de la hipoteca inversa la aseguradora Caser, que diseñó un producto en colaboración con Óptima Mayores. Cuatro meses después, Caser llegó a un acuerdo con Agencia Negociadora (Grupo Reacciona) para que el intermediario hipotecario comercializase su producto.
Además de Caser y BNI, en España también vende hipotecas inversas Catalana Occidente, aunque el volumen es muy bajo y solo se hace a demanda de sus clientes. Otras entidades han mostrado interés en el producto en los últimos meses o han reconocido haberlo analizado, como es el caso de Bankinter, Santander, Mapfre y la propia VidaCaixa.