El secreto a voces terminó por confirmarse. Alstom ha anunciado en la tarde de este lunes que ha alcanzado un principio de acuerdo para la adquisición de la división ferroviaria de la canandiense Bombardier, una operación valorada en un máximo de 6.200 millones de euros, algo menos que las cifras de las que se venía hablando en los últimos días.
El fabricante francés tratará, esta vez sí, de fortalecerse para competir con el gigante chino CRRC después de que su anterior intento, con Siemens como protagonista, alsfuera malogrado por el veto de la Comisión Europea.
Nuevo accionista
De acuerdo con un comunicado emitido por el grupo galo, el pago se realizará mediante una combinación de efectivo y nuevas acciones que procederá a emitir con motivo de esta adquisición. La operación también supondrá que Alstom pase a tener un nuevo socio de referencia, la entidad financiera Caisse de Depot et Placement du Quebec (CDPQ), que ostenta un 30% de Bombardier Transportation y que reinvertirá en el fabricante francés los ingresos que obtenga por la venta de la participación en la canadiense.
CDPQ suscribirá posteriormente la ampliación de capital de Alstom por unos 700 millones de euros, con lo que su inversión final en Alstom alcanzará los 2.700 millones.
La entidad, que gestiona diversos fondos de pensiones públicos de la provincia canadiense de Quebec, pasará a tener un 18% del capital de Alstom y se convertirá en su primer accionista. La constructora Bouygues, que hasta ahora representa este papel, diluirá su actual participación desde el 15% hasta el 10%.
El segundo grupo mundial
Tras la operación, que tendrá que contar con el visto bueno de la Comisión Europea, Alstom pasará a tener una cartera de pedidos valorada en unos 75.000 millones de euros, mientras que su cifra de negocios se disparará hasta los 15.500 millones anuales.
La adquisición de Bombardier Transportation otorgará a Alstom el papel de segundo fabricante mundial, por detrás de la china CRRC, con la que pretende competir cara a cara. La compañía canadiense aportará a Alstom numerosas sinergias, tanto desde el punto de vista geográfico como también tecnológico y de líneas de negocio.
Cabe destacar la aportación en el ámbito de la señalización, en el que Bombardier es un referente.
Culmina en junio de 2021
Las estimaciones de Alstom apuntan a que la compra no estará definitivamente cerrada hasta la primera mitad de 2021. Anteriormente, debe ser ratificada por las juntas generales de las compañías, algo que sucederá no más tarde de octubre del presente año. Además, la operación deberá esperar el refrendo de las autoridades de competencia.
Alstom estima que la operación generará sinergias valoradas en unos 400 millones de euros, que comenzarán a aflorar a partir del cuarto año de la compra. Además, desde el segundo año contribuirá a un incremento a doble dígito del beneficio por acción de la compañía francesa, que cuenta con el apoyo del Gobierno del país, como ha expresado el ministro de Economía, Bruno Le Maire.