Las cuentas del ejercicio 2019 que presentará Repsol en los próximos días quedarán impactadas por una provisión de 837 millones que la compañía ha articulado tras la emisión de un laudo que considera a su filial Talisman, adquirida por Repsol hace cinco años, responsable de una reclamación efectuada en su día en los tribunales de arbitraje por la china Sinopec y por Addax.
Aunque la decisión de los tribunales no entra por ahora a valorar la cuantía que debería satisfacer Talisman, Repsol ha optado por registrar la citada provisión en los estado financieros correspondientes al pasado año, de acuerdo con un comunicado de información privilegiada remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este viernes.
La cantidad que la compañía presidida por Antonio Brufau ha decidido provisionar por esta causa equivale al 35% de los beneficios que obtuvo en 2018, año en el que estableció un nuevo récord en este capítulo.
Sin impacto en el dividendo
Por ahora, el tribunal de arbitraje se ha limitado a establecer la resposabilidad de Talisman en el conflicto en una de las cinco cuestiones en las que decidió dividir el pleito. Antes de tomar cualquier determinación sobre la cuantía a pagar, el tribunal resolverá sobre las cuatro restantes. Repsol considera que la fase relativa a las cuantías no se resolverá hasta, al menos, el primer trimestre de 2022. La compañía española considera que el litigio tiene un largo recorrido.
No obstante, la medida adoptada por la compañía no tendrá repercusión en el reparto de dividendos así como en el programa de recompra de títulos que lleva a cabo para compensar las diluciones a los accionistas por el script dividend (dividendo en acciones).
A finales del pasado año, Repsol anunció una notable ajuste en el valor de sus activos, estimada en 4.800 millones de euros, como consecuencia del cambio de estrategia que le llevará a ser una empresa neutra en emisiones en el año 2050, en línea con los compromisos del Acuerdo de París. De este modo, el mercado ya descontaba que la compañía registraría un resultado neto en números rojos.
Demanda en 2015
Los hechos se remontan a mayo, cuando Sinopec y su participada Addax formalizaron una demanda arbitral contra Talisman, la petrolera adquirida por Repsol en 2015, en la que reclamaban un total de 5.500 millones de dólares (unos 5.075 millones de euros), que era el importe comprometido en su inversión en la sociedad conjunta Tseuk, que opera en Reino Unido, en una operación que tuvo lugar en 2012, mucho antes de que Talisman terminara en manos de Repsol.
En concreto, la compañía china reclamaba en su demanda el abono del importe de su inversión inicial en Tseuk, materializada en 2012 mediante la compra del 49% de ésta a Talisman, junto con los incrementos de inversión posteriores, realizados o por realizar en el futuro, así como las pérdidas de oportunidad que pudieran haberse producido.
Reclamación de Repsol
Este laudo fallado ahora es uno más de los frentes abiertos entre Repsol y Sinopec. En noviembre de 2017, la energética dirigida por Josu Jon Imaz ya comenzó otro arbitraje contra China Petroleum Corporation y TipTop Luxembourg en el que reclamaba una indemnización por los perjuicios que pueda sufrir como consecuencia de cualquier decisión adversa en el arbitraje, junto con otros daños aún no cuantificados. Este procedimiento se fundamenta en la conducta de estas compañías frente a Repsol durante los meses previos conducentes a la adquisición de Talisman.
La compañía española considera, con la base del asesoramiento externo que se le ha proporcionado, que las reclamaciones carecen de fundamento. De acuerdo con la nota remitida al supervisor, Repsol estudia los pasos a seguir aunque ya adelanta que impugnará el laudo ante los tribunales de Singapur.