Foment del Treball ha instado este jueves a que se incluya al empresariado en las negociaciones colectivas emprendidas entre Gobierno y agentes sociales para derogar la reforma laboral de 2012. La patronal catalana ha vuelto a insistir en que se debería de mantener la medida como elemento de “flexibilidad” para las empresas en un momento de desaceleración de la economía.
“Si a las empresas les damos mecanismos de flexibilidad de costes para intentar controlar la situación de manera menos traumática, los usarán”, ha señalado el Director de Relaciones Laborales y Asuntos Sociales de Foment, Javier Ibars. Desde la patronal han alertado de que si mecanismos de este tipo se eliminan, se aplicarán medidas “más lesivas” como expedientes de regulación de empleo.
Aumento de los ERE
A este respecto, la presidenta de la comisión laboral de Foment del Treball, María Ángeles Tejada, ha descrito cómo desde 2013 se producen más ERE destinados a la extinción. “Aunque pueden tener diferentes motivos, el primero y más importante es la desaceleración económica”, ha asegurado.
La patronal ha abundado este jueves en la defensa de la reforma laboral que hizo ayer su presidente, Josep Sánchez Llibre, en el Parlamento Europeo. Este apostó por “modernizar” pero no derogar la última reforma laboral, tras asegurar que se trata de un elemento “muy importante para poder superar la crisis”. De hecho, Sánchez Llibre se encontrará el viernes con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para abordar la situación económica catalana.
Una contrarreforma, "perjudicial"
Foment ha asegurado que una contrarreforma para recuperar la regulación anterior de la ultractividad sería “enormemente perjudicial”. Según datos del Ministerio de Trabajo, hasta 2017 se incrementaron un 31,19% el número de convenios vigentes, hasta los 5.741. Así, a la hora de enfocar nuevos acuerdos que afecten a la regulación laboral, Ibars ha instado a buscar el consenso con el empresariado: “Habría que iniciar un proceso de diálogo con las pratronales y sindicatos. No puede ser que con modificaciones tan sustanciales, la parte empresarial no pueda trabajar”.
Sobre la subida del salario mínimo interprofesional hasta los 950 euros mensuales, Tejada ha manifestado que solo ha tenido impacto “en aquellos sectores que estaban muy por debajo de los 900 euros”. No obstante, ha asegurado que en aquellas compañías de menor capacidad se ha reducido el número de horas, lo que ha incrementado la contratación temporal.