La apuesta bursátil de la presidenta del Santander, Ana Botín, por la entidad financiera es algo más que una mera anécdota. La ejecutiva ha repetido la jugada de adquirir un millón de acciones del banco tras presentar los resultados que ya puso en práctica el pasado trimestre. Por medio, una adquisición adicional hasta completar una inversión de 19,37 millones de euros en apenas tres meses. Esta cifra equivale a su remuneración en efectivo como número uno de la entidad de los últimos tres años.
“Ya lo habréis visto, ¿no? Estamos subiendo un 4%”. Así se dirigía una sonriente Ana Botín a los periodistas desplazados a la sede del Santander en la localidad madrileña de Boadilla del Monte para la presentación de las cuentas anuales de 2019. Sabedora de que el comportamiento de las acciones en los últimos tiempos no ha sido precisamente para sacar pecho, la ejecutiva consideraba especialmente buena la noticia de cómo habían reaccionado los inversores a los resultados del banco (pese a la caída del beneficio por saneamientos en Reino Unido).
Y, sobre todo, cómo respondieron ante las previsiones de la entidad de elevar los beneficios a un ritmo anual de un dígito alto en los próximos tres años.
Ana Botín invierte el Banco Santander / CG
Compras tras el desplome
Aunque la compra de acciones registrada la pasada semana fue idéntica en ejecución a la de finales de octubre --adquisición de un millón de títulos y el día siguiente de hacer públicos los resultados--, las circunstancias del mercado han sido muy distintas.
En aquella ocasión, el parqué penalizó a la entidad tras conocer sus cuentas hasta septiembre, lo que se tradujo en una fuerte caída del 6,48%, que se vio prolongada al día siguiente (precisamente cuando Ana Botín compró las acciones) con otro retroceso, en este caso del 3,1%.
Entre estos dos movimientos clónicos, la presidenta insertó una nueva apuesta por el Santander durante la primera quincena de diciembre. Durante los días 11 y 13 de ese mes, la ejecutiva realizó siete operaciones de compra que terminaron con 3,28 millones de títulos de la entidad en su cartera. Por entonces, el desembolso superó levemente los 12 millones de euros.
Tres anualidades en tres meses
Para hacerse una idea del volumen de la inversión, éste supera en dos millones de euros la suma de las retribuciones en efectivo percibidas por Botín en los tres últimos años de los que hay datos disponibles (es decir, entre 2016 y 2018). La entidad no ha hecho aún públicas las cifras correspondientes a 2019 pero a poco que los emolumentos en metálico se asemejen a los que percibió en 2018 (6,245 millones de euros) resultará que en apenas un trimestre, Ana Botín ha depositado sus tres últimas anualidades en acciones del banco.
Con todo, las compras de la presidenta no han animado en exceso la cotización del banco, que deambula desde hace algún tiempo en zona de mínimos desde mediados de 2016.
Presión a los bancos
A comienzos de año, el Santander dejó de ser el segundo mayor valor del Ibex-35 (tan solo por detrás de Inditex) en detrimento de Iberdrola, que se ha consolidado en esa posición y cuya capitalización ya supera en 3.000 millones de euros a la que registra actualmente la entidad.
Las perspectivas de que los tipos de interés van a permanecer en cotas históricamente bajas durante al menos un año y medio más están presionando no solo los márgenes de las entidades financieras sino también su comportamiento en Bolsa.