Caixabank se ha sumado a la opinión generalizado del sector financiero a la hora de rechazar la idea de un posible impuesto especifico a la banca por parte del Gobierno. El presidente de la entidad, Jordi Gual, ha recordado que el sector “ya está pagando en actualidad más impuestos que otros y esto tampoco tiene mucha lógica”.
Durante la presentación de resultados a los medios de comunicación, Gual ha preferido ser prudente a la espera de que el Gobierno concrete las medidas fiscales que va a tomar pero, al mismo tiempo, le ha recordado públicamente que “detrás de las compañías hay accionistas, que ya contribuyen de forma individual al erario público”.
Además, ha instado al Ejecutivo a pensar que los bancos españoles trabajan en un entorno europeo y mundial muy competitivo, con lo que cualquier lastre en el plano local podría ser especialmente perjudicial.
Medidas laborales cautelosas
No obstante, el presidente de la entidad financiera ha valorado positivamente que las primeras medidas del nuevo Gobierno en materia laboral, como el incremento del salario mínimo, hayan llegado por la vía del acuerdo aunque ha matizado que el Ejecutivo también debe aplicarlas de forma cuidados, teniendo en cuenta sus posibles impactos. En este sentido, Gual también se congratuló de que algunos aspectos de la política económica española estén tutelados por la Unión Europea (UE), como es el caso del control del déficit público. “Además, nos consta que la vicepresidenta económica está comprometida con mantener la senda de la consolidación fiscal”.
En cuanto al negocio de Caixabank, el consejero delegado de la entidad, Gonzalo Cortázar, valoró los resultados anuales especialmente por haberse registrado en un escenario de tipos históricamente bajos que, además, aseguró que se prolongarán aún más. “Trabajamos con las hipótesis que maneja el mercado, es decir, un entorno de tipos como el actual al menos hasta mediados de 2021 y después un repunte muy sostenido para alcanzar el cero en 2024”.
En este sentido, Gual aseguró que Caixabank está actuando como si esta circunstancia fuera a prolongarse de manera indefinida.
No a una fusión
A pesar de este entorno, que presiona de forma notable los márgenes del negocio, Caixabank descarta a día de hoy participar en una posible operación de fusión o compra de otra entidad. En este sentido, el presidente del banco recordó que la única alternativa de crecimiento que contempla el plan estratégico 2019-2021 es la orgánica. “Actualmente tenemos una dimensión más que suficiente para competir, las distracciones con posibles fusiones no nos interesan”.
Tanto Gual como Gortázar destacaron también la notable diversificación de la entidad, “que le permite tener éxito en el entorno cambiante para el negocio bancario que estamos viviendo”.
Política monetaria extraña
En especial, destacaron el desempeño del negocio asegurador, donde Caixabank está presente a través de VidaCaixa, primera entidad del país en el ramo, y también de su participación del 49% en SegurCaixa Adeslas, en alianza con Mutua Madrileña. Algo parecido sucede con la gestión de activos (fondos de inversión, carteras y planes de pensiones), en la que el crecimiento de la entidad ha sido significativo.
“Tener esta posición en seguros y en fondos nos permite actuar con firmeza con esta política monetaria tan laxa que nos parece excepcional y muy extraña”, apuntó Gual.
Ahondando en esta cuestión, Gortázar apuntó que la tendencia se va a mantener en los próximos trimestres. “Todo el negocio de fuera de balance es una parte sustancial de nuestro negocio que nos va a permitir soportar la presión en el margen de intereses. En seguro tenemos una cuota del 20%, que no la tiene nadie”, destacó.
Pay-out por encima del 50%
No obstante, Caixbank descarta empezar a cobrar a particulares por los depósitos, lo que sí hace con los grandes clientes “porque no tenemos más remedio”.
Sobre la política de dividendos, la entidad prevé mantener la proporción de beneficios que destina a remunerar al accionista (pay-out) por encima del 50% apoyada en la ratio de capital del 12% y “la capacidad del banco para generar resultados recurrentes, que son muy sólidos al margen de los extraordinarios”, apuntó Gual.
Preguntado por la participación que la entidad mantiene en Telefónica, cuyo desempeño en Bolsa ha sido notablemente negativo en los últimos tiempos, Gortázar aseguró que el operador de telecomunicaciones cuenta con todo el apoyo de Caixabank en todas sus decisiones, incluida la de desprenderse de su negocio en la mayoría de los países de Sudamérica. Caixabank mantiene un 6% en el capital de la empresa presidida por José María Álvarez-Pallete.