Paradojas de la política. Flandes acaba de dar marcha atrás ante la misma ley anti-Uber que aprobó la Generalitat de Cataluña en febrero de 2019. La región belga en la que se esconde el expresidente catalán prófugo, Carles Puigdemont, ha reconocido su exceso de celo al aprobar las mismas restricciones a la tecnológica que impulsó el partido del expresident huido en la autonomía catalana: los 15 minutos obligatorios de espera.
Según informó De Tijd, el fin de las limitaciones a la empresa de transporte fueron anunciadas este miércoles por la ministra de Transportes de Flandes, Lydia Peeters, en el parlamento regional. La electa indicó que "ajustará" el nuevo decreto de Movilidad, que entró en vigor el 1 de enero de este año con el fin de proteger al taxi, para quitar los 15 minutos de precontratación. Peeters admitió que la espera --la misma que rige ahora en Cataluña-- "fue un error que se ha colado por equivocación en la pieza legislativa" y se disculpó ante los clientes de este servicio. "No era nuestra intención que los usuarios de taxis y Uber permanezcan más tiempo del necesario en el frío glacial", reconoció.
Críticas internas y de la ciudadanía
La coalición que gobierna Flandes se ha visto obligada a retocar el decreto anti-Uber por el alud de críticas vertidas desde la ciudadanía, pero también por las objeciones internas en el partido al que corresponde la cartera de Movilidad y al que pertenece Peeters, el Open-VLD. En el plano ciudadano, tuiteros e influencers como la expolítica del N-VA y experiodista belga, Siegfried Bracke: "Si es cierto esto, me pregunto, ¿qué absurdidad es esta? Colocarán los conductores un cronómetro junto al velocímetro? Estamos en 2020 o 1920?"
La polémica continuó en las redes sociales, sí, pero también en la cámara regional. Marino Keulen, parlamentario del mismo partido que la ministra de Movilidad, le pidió públicamente que aboliera el decreto que limita la actividad de Uber. A renglón seguido, la ministra rectificó y anunció que la introducción de la precontratación había sido un error.
En Cataluña rige la misma norma
La marcha atrás por parte del Gobierno flamenco con los 15 minutos de precontratación llega a escasos días del primer aniversario de la entrada en vigor de la misma medida en Cataluña. La Generalitat, a través del consejero de Territorio, Damià Calvet --de Junts per Catalunya (JxCat), el mismo partido de Puigdemont-- dio luz verde a la polémica normativa en febrero de 2019 tras una huelga salvaje del sector del taxi. La medida obligó a Uber a abandonar el territorio y a Cabify a hacer lo propio, aunque temporalmente en este último caso.
Tras ello, el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que comanda Ada Colau, redobló la presión y trató de subir de 15 a 60 minutos la precontratación obligatoria. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) dejó sin efecto el reglamento, en el segundo mazazo que se llevaba la administración supramunicipal con sus políticas contra las tecnológicas y los vehículos de alquiler con conductor (VTC).