Banco Santander cerró el pasado año con un beneficio atribuido de 6.515 millones de euros, un 17% menos que el registrado en 2018, penalizado principalmente por los saneamientos que se vio obligado a hacer en Reino Unido por ajustes en el fondo de comercio y que ya lastraron las cuentas de la entidad desde septiembre. Sin el efecto de plusvalías y provisiones, el beneficio neto del banco se elevó un 2%, hasta 8.252 millones gracias, entre otros factores, a unos ingresos récord de 49.000 millones.
En la nota de resultados remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el grupo que preside Ana Botín anunció que propondrá en la próxima junta de accionistas un incremento del 3% en el dividendo, que se irá hasta 0,23 euros por acción, con el pago de una segunda retribución con cargo a 2019 de 0,13 euros.
Ana Botín presenta los resultados de 2019 / CG
Incremento del beneficio
Además, Santander ha publicado una previsión de resultados para los próximos tres años, en los que prevé que su beneficio por acción muestre un crecimiento medio anual de un dígito alto.
Estos factores han impulsado al valor en bolsa durante los primeros minutos de la sesión, en los que Santander ha sido el más destacado del Ibex-35 con gran diferencia, al registrar subidas superiores al 4%. El selectivo muestra avances en torno al punto porcentual.
La entidad destaca además los avances en las ratios de solvencia, con una generación bruta de capital de 97 puntos básicos que se quedó finalmente en 35 puntos básicos por los impactos regulatorios. El resultado final permite al banco situar su ratio CET1 en el 11,65%, que espera elevar hasta cerca del 12% en 2020, lo que logrará si mantiene la media de 40 puntos básicos que ha logrado en los últimos cinco años en este capítulo.
El lastre del Brexit
Santander no pudo compensar el saldo neto negativo de plusvalías y saneamientos que arrastraba del tercer trimestre debido principalmente a ajustes en Reino Unido como consecuencia del Brexit, cuyo efecto se ha traducido en casi 1.500 millones en la cuenta de resultados.
El banco lo ha compensado parcialmente gracias a las plusvalías de 693 millones obtenida por la venta de su negocio de custodia de valores, realizada en el último trimestre, lo que además le ha permitido obtener el mayor beneficio atribuido de su historia en un periodo de tres meses, con 2.783 millones.
Aun así, el saldo neto de plusvalías y saneamientos ha sido de -1.737 millones, que no ha podido ser compensado en su totalidad por el incremento del número de clientes, especialmente en América, y el buen comportamiento de las divisiones de banca corporativa e inversión (CIB) y banca privada, gestión de activos y seguros, que aportaron conjuntamente un 26% del beneficio.
Brasil, mercado líder
Por mercados, Brasil vuelve a liderar la aportación al beneficio de la entidad, con un 28%, seguido de España (15%), Reino Unido (11%) y México (9%). Mientras, la división de crédito al consumo contribuyó con un 13%.
En España, Santander logró un incremento del 2% del beneficio neto, hasta 1.585 millones, gracias a la reducción de costes procedentes de la integración de Banco Popular. Además, también ha registrado un notable crecimiento en el negocio de crédito al consumo (24%).
Además, en 2019 el margen de intereses del banco alcanzó los 35.283 millones, un 2,7% más, y la tasa de morosidad se redujo en 41 puntos básicos, para situarse en el 3,32% al cierre del ejercicio. Debido a la menor cifra de beneficios, la rentabilidad sobre el capital (ROE) descendió al 6,62%, frente al 8.21% registrada en 2018.