El futuro de Atlantia, accionista mayoritario de Abertis, aparece algo más despejado a partir de este miércoles, cuando se han confirmado los rumores sobre la dimisión de Luigi di Maio como líder del partido Movimiento 5 Estrellas, que forma parte del Gobierno de coalición en Italia. El también ministro de Asuntos Exteriores había sido un defensor acérrimo de que el Ejecutivo de Roma tomara la decisión de revocar las concesiones de Atlantia en Italia como castigo por la tragedia del puente Morandi, acaecida en agosto de 2018, lo que llevaría al grupo a una más que probable quiebra.
El dirigente confirmó en la tarde de este miércoles su decisión de dejar la formación a la que llevó a lo más alto, al Gobierno del país, en coalición primero con la Liga Norte del polémico Matteo Salvini, y después con el Partido Democrático. Las informaciones en este sentido se habían disparado en las últimas horas, según se acerca la fecha del próximo domingo, cuando se celebran elecciones en la región de Emilia Romagna, feudo habitual de la izquierda y que todo apunta a que será conquistado en esta ocasión por Salvini.
Un ataque frontal
Desde que tuvo lugar el hundimiento del puente Morandi, situado en un tramo cuyo concesionario es Atlantia, Di Maio defendió que el Gobierno debería revocar la totalidad de los peajes de la compañía que, meses después, cerró la adquisición de Abertis, conjuntamente con ACS y no dudó en hacer a la empresa culpable de la tragedia, en la que murieron 43 personas, pese a que a día de hoy no han concluido todavía las investigaciones oficiales.
Aunque Di Maio no logró convencer a sus socios en el Gobierno de la nación, siempre manifestó que no cambiaría su posición y se opuso frontalmente a que se estableciera una negociación entre Roma y la compañía, pese a los mensajes de prudencia que habitualmente han llegado del primer ministro, Giuseppe Conte.
Subida en Bolsa
La dimisión de Di Maio, al que llegaron a considerar por su arrolladora personalidad como el miembro del Gobierno con más poder, incluso por encima de Conte, ha provocado un terremoto político en el país transalpino por la repercusión que la decisión podría tener en la confección del actual Ejecutivo, unida a los posibles efectos de los resultados electorales del próximo domingo.
El clima de tensión se ha trasladado a los mercados, con un notable descenso en la cotización de los bancos ante la posibilidad de que regrese la inestabilidad y con la prima de riesgo con Alemania disparada, camino de los 200 puntos básicos.
El escenario ha sido muy diferente para Atlantia, que ya subía con fuerza desde los primeros minutos de la sesión en la Bolsa de Milán al calor de las portadas de los periódicos que recogían la posible marcha de Di Maio. La dueña de Abertis cerró con subidas superiores al 2%, a contracorriente del índice general, que se dejó medio punto porcentual.
Escenario complejo
No obstante, la situación para Atlantia sigue siendo complicada. La marcha de Di Maio hace albergar esperanzas sobre una posible salida negociada con el Gobierno pero éste sigue sin pronunciarse de forma oficial. En sus últimas declaraciones al respecto, el primer ministro señaló que aun no hay una decisión tomada pero volvió a hacer hincapié en el estado deficitario que presenta el mantenimiento de algunas concesiones del grupo en el país.
Mientras, la ministra de infraestructuras, Paola de Micheli, que pertenece al Partido Democrático, ha reiterado en numerosas ocasiones durante los últimos días que cualquier decisión es posible sobre las concesiones de Atlantia.
Precisamente, la llegada del nuevo Gobierno, tras el fracaso de la coalición entre M5S y Liga Norte, hizo concebir esperanzas a Atlantia toda vez que el partido entonces liderado por Di Maio perdió la cartera de infraestructuras en favor del Partido Democrático. El anterior ministro del ramo, Giuseppe Toninneli, también expresó numerosas amenazas a Atlantia mientras formó parte del Gobierno italiano.