Caixaproinfancia, el programa de ”la Caixa” contra la pobreza infantil y la exclusión social, ha atendido a 300.000 niños de España desde su puesta en marcha, en 2007. Este plan está presente en todas las comunidades autónomas a través de más de 400 entidades sociales.
En sus inicios, Caixaproinfancia se implementó en las once ciudades y áreas metropolitanas con las mayores bolsas de pobreza (Madrid, Barcelona, Bilbao, Zaragoza, Málaga, Murcia, Palma, Sevilla, Valencia, Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas). Sin embargo, este 2019 ha llegado a todas las regiones del país. En sus más de diez años de historia ha atendido a más de 300.000 niños y a más de 176.000 familias en situación de pobreza.
El futuro de la sociedad
En palabras del presidente de la Fundación Bancaria ”la Caixa”, Isidre Fainé, la ampliación de esta red responde a la “convicción” de que, al margen de la coyuntura económica, “la pobreza infantil es una realidad” de la que hay que estar pendiente. “De ello depende no solo el bienestar presente de la infancia, sino también el futuro de nuestra sociedad”, ha dicho.
El objetivo de Caixaproinfancia es que los menores en situación de pobreza o exclusión social tengan las mismas oportunidades que el resto de niños. Así, trabaja para romper el círculo de pobreza que se transmite de padres a hijos y promueve nuevas formas de atención enfocadas al desarrollo social y educativo por medio del refuerzo en la enseñanza, campamentos, talleres, apoyo personalizado y promoción de la salud y la higiene. Las 426 entidades sociales del programa trabajan con agentes del territorio en cuestión.
Dos beneficiarios del programa
Este año, dos beneficiarios de Caixaproinfancia protagonizan la campaña “Persona a persona”. Se trata de Miguel Ángel y de Cózar Mohamed. El primero explica que este programa, mediante sesiones de refuerzo escolar y orientación psicológica, le ha ayudado a “tomar el buen camino”, y quiere “escribir historias para las personas que todavía no tienen historia”. La segunda, en cambio, nació en un campo de refugiados saharaui y ahora estudia Química en Bilbao.