Los trabajadores del comercio en Cataluña están hartos de ser los olvidados de la reforma horaria propuesta hace años por el Parlament. Primero, fue el calendario de apertura con un horario de verano y otro de invierno. Ahora, la unificación de estos horarios puede obligarles a cerrar más tarde.
Las principales patronales catalanas, Pimec y Foment del Treball, apuestan por el horario de la discordia: de 6.30 de la mañana a las 21.30. Mientras, los sindicatos UGT y CCOO reclaman que la hora de cierre sea las nueve de la noche.
Sinsentido
El primer pleno de 2020 en la Cámara catalana puede determinar un horario fijo de apertura de los comercios. La última reunión de los partidos para abordar el asunto, el 5 de diciembre, acabó sin acuerdo. Pero los sindicatos lo tienen claro, si apuestan por la propuesta de la patronal es “un mazazo a la clase trabajadora”.
El responsable de comercio de CCOO de la sección de Servicios de Cataluña, Francesc García, recuerda a las formaciones políticas catalanas que sería contradictorio con el Pacto de la Reforma Horaria. El acuerdo establece que en 2025 el horario de cierre sea a las 19.30. “Volver a cerrar a las 21.30 no tiene sentido”, subraya. Y más a cinco años de la fecha límite. Gloria Sánchez, secretaria del sector comercio de la UGT, entiende que cerrar a las 21.30 supone un “retroceso”. “El pacto por la reforma horaria puede quedar en papel mojado”, insisten en Comisiones.
Incongruencia
Ambos sindicatos puntualizan a las patronales que hasta ahora el comercio sólo abre cuatro meses de las siete de la mañana a las diez de la noche, en verano. Recuerdan que durante ocho meses, en invierno, abriendo de seis de la mañana a nueve de la noche, no han tenido pérdidas, ya que no se han quejado. “Es una incongruencia”, lamentan.
No opinan lo mismo, en cambio, desde la patronal. El presidente de la Comisión de Competitividad Comercial y Comercio de Foment del Treball, Roger Gaspa, defiende que tienen estudiado que hay un gran volumen de ventas hasta las 21.30.
Experimento
Foment y Pimec critican que algunos partidos políticos --como ERC y En Comú-- apuesten por fijar los horarios a las nueve de la noche y aseguran que “todo el sector” demanda cerrar media hora más tarde.
Las patronales defienden que no pueden ser los responsables de liderar la reforma horaria. “Están empezando por el lugar incorrecto”, apunta Gaspa, “hemos de ser de los últimos”.
Conciliación
El presidente de Foment Comerç aclara que no están en contra de la conciliación familiar. Con los horarios actuales de los consumidores “es imposible cerrar antes”, afirma.
Gaspa asegura que una vez se fije un orden correcto para aplicar la reforma horaria, “el comercio estará encantado” de apostar por cerrar antes. “No queremos ser los primeros”, sentencia.
Un mantra
El presidente de Pimec Comerç, Álex Goñi, critica que se use el lema de la conciliación familiar como un mantra. La reclamación, considera, no es otra cosa que pedir trabajar el tiempo justo para usarlo en hacer cosas que cada uno quiera hacer. Sería más correcto hablar de “conciliación del tiempo del ocio”, asegura.
“No queremos ser la cabeza de turco”, insiste Goñi, e insiste en que el pequeño comercio se adaptará pero “o jugamos todos o no jugamos”. El líder de la patronal de la pequeña y mediana empresa apunta a que hace falta que se ajusten todos a los horarios, incluidos los del fútbol. “Que no se nos utilice a nosotros”, concluye.
Consenso
Los formaciones políticas se reunieron para acordar la reforma de la ley de apertura de los comercios, el pasado 5 de diciembre, para tratar de sacarla adelante, pero el acuerdo no llega.
La patronal asegura que pequeños, medianos y grandes comercios “han logrado el consenso” en materia horaria. Los sindicatos afirman lo mismo. Por el momento, las propuestas están sobre la mesa, pero la política ha retrasado la decisión hasta 2020.