El grupo catalán Puig, que compró la firma griega de cosméticos Apivita en marzo de 2017, lanzará en enero en Francia esta marca especializada en los cuidados naturales a base de miel, propóleos y sus derivados, que fue fundada en Atenas en 1972 y cuyos productos pueden encontrarse en farmacias y droguerías.
"Para el primer año, esperamos llegar a entre 200 y 250 farmacias y, más adelante, a alrededor de 3.000. Esto representa una pequeña selección de puntos de venta de las 24.000 farmacias en Francia”, ha señalado Hervé Lesieur, socio de la familia Puig y director del fondo M3 Invest, que también ha mencionado que “con Uriage, por ejemplo, actualmente estamos en 5.000 farmacias y apuntamos a 9.000".
Apuesta por la dermocosmética
Lesieur, que vendió a Shiseido en 2000 y antes gestionaba Décléor, se había convertido en un socio minoritario de Exea, el holding familiar del catalán Puig, para adquirir sucesivamente los laboratorios Uriage en 2011 y Apivita seis años después. La llegada de Apivita a Francia en enero supone para el grupo una apuesta clara por la dermocosmética, tras haberse centrado antes sobre todo en la moda y las fragancias, com marcas como L'Artisan Parfumeur, Jean Paul Gaultier, Paco Rabanne.
La idea de Puig ahora es fortalecer su segmento de cuidados, principalmente en las marcas que se venden en farmacias y parafarmacias. "Una red dinámica a diferencia de la distribución selectiva", asegura Hervé Lesieur, socio de la familia Puig. El grupo ha creado una división de tres marcas distribuidas en farmacias: Isdin, la española, Uriage, y Apivita, a las que se suma Granado, la firma de cosméticos brasileña de distribución selectiva en el extranjero, aunque en farmacias en su mercado nacional. Todas ellas en su conjunto generarían unos 550 millones de euros en ventas.
Presente en 15 países
Antes de ser adquirida, Apivita estaba presente en Grecia, España y Hong Kong, donde dispone de una docena de tiendas. Desde entonces, se ha implantado en 12 países más. En Francia, el despliegue se ha retrasado porque la compañía tuvo que volver a comprar su nombre, que ya era utilizado por una marca de podología que ya ha cambiado su nombre.
Desde su adquisición, Apivita, cuyos productos tienen un precio promedio que ronda los 25 euros, ha aumentado su facturación de 40 millones de euros en 2017 a los 55 millones actuales. Una cifra que podría alcanzar los 100 millones en tres años, puesto que las inversiones son cuantiosas.
Puig sigue buscando también oportunidades de adquisición de marcas de cuidados, un segmento que atrae especialmente al enorme mercado asiático.