Iberdrola desarrollará un nuevo megaproyecto eólico marino de 804 megavatios (MW) en aguas de Estados Unidos, reafirmando así su apuesta por esta tecnología en el país. Vineyard Wind, sociedad participada al 50% por Avangrid, filial estadounidense de Iberdrola, y por Copenhagen Infraestructure Partners (CIP), se ha adjudicado este desarrollo, denominado Park City Wind y que se llevará a cabo en la costa del Estado de Connecticut, en un proyecto cuyo montante asciende a 1.200 millones de euros.
El proyecto deberá recibir la aprobación del Departamento de Energía y Protección Medioambiental del Estado de Connecticut (DEEP) para desarrollar las negociaciones con las compañías de distribución eléctrica de la región para un contrato a largo plazo. En concreto, el proyecto, bautizado Park City Wind en honor de la ciudad de Bridgeport, se ubica al Sur de Martha's Vineyard y Nantucket, en la zona con mejor recurso eólico de toda la costa Noreste de los Estados Unidos.
Proyecto limpio
El complejo, cuya entrada en operación está prevista para 2021, generará aproximadamente 2 gigavatios (GW) de energía eólica, suficiente para cubrir la demanda de un millón de hogares en Massachusetts y evitará la emisión de más de 1,6 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, el equivalente a retirar 325.000 vehículos de las carreteras. Igualmente, durante la vida del proyecto se ahorrarán 3.700 millones de dólares (unos 3.335 millones de euros) en costes relacionados con la energía en la región de Nueva Inglaterra.
El director general global de Iberdrola para Offshore Wind, Jonathan Cole, valoró que Connecticut está demostrando "una verdadera ambición" para apoyar un proyecto de energía eólica marina que "proporcionará energía verde a miles de hogares y negocios en todo el estado". "Es una declaración de intenciones audaz y coloca a Connecticut a la vanguardia de creciente industria eólica marina en Estados Unidos", añadió.
Impulso a la eólica marina
Este nuevo proyecto da otro impulso a la apuesta de Iberdrola por la eólica marina en Estados Unidos, país en el que ya está llevando a cabo Vineyard Wind 1 (800 MW) en aguas de Massachusetts, desarrollo que sigue adelante a pesar de los obstáculos del Gobierno de Donald Trump a la hora de conseguir la declaración final de impacto ambiental y que será el primer parque offshore a gran escala promovido en el país. Además, en una fase incipiente de desarrollo se encuentra la concesión denominada Kitty Hawk, frente a las costas de Carolina del Norte y Virginia. Su potencia máxima, aún a determinar es de 1.486 MW.
La energética presidida por Ignacio Sánchez Galán también está explorando tecnologías flotantes para desarrollar la eólica marina en aguas californianas y está llevando a cabo actividades de prospección y desarrollo eólico-marino en otros cuatro estados norteamericanos.
Línea de negocio firme
La eólica marina es una de las líneas de negocio más firmes de la compañía para los próximos años. con el desarrollo de una cartera de proyectos superior a los 10.000 MW. Este crecimiento se articula, fundamentalmente, en torno a tres ejes: el Mar del Norte, el Mar Báltico y Estados Unidos.
Actualmente, el grupo ya tiene en operación dos parques eólicos marinos: West of Duddon Sands, puesto en marcha en 2014 en el Mar del Norte; y Wikinger, en aguas alemanas del Mar Báltico y en funcionamiento desde diciembre de 2017. Junto a los proyectos en marcha en Estados Unidos, en Alemania la empresa se adjudicó el pasado mes de abril dos nuevas instalaciones en el Báltico con una potencia total de 486 MW, mientras que en aguas francesas pondrá en marcha en 2022 el parque Saint-Brieuc, con una potencia de 496 MW.