Las inversiones del Estado en Cataluña son “desoladoras”, según Josep Sánchez Llibre, el presidente de Foment del Treball. “De la misma forma que hablamos de la emergencia que supone el cambio climático, también deberíamos hablar de la emergencia que supone la digitalización empresarial y los retos de la nueva economía”, señala el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus. Todo eso se planteó, con acentos distintos y enfoques diferentes, en la presentación de un informe de PwC en Foment del Treball, con la ministra de Economía, Nadia Calviño, como notaria.
En el estudio de PwC, tras una encuesta a los empresarios catalanes, se señala que una de las preocupaciones son las infraestructuras y la “inestabilidad política”. Las percepciones, sin embargo, son particulares, y no muestran cómo se están adaptando las empresas a un entorno cada vez más exigente, que pasará por la inteligencia artificial y la robotización.
Fraude fiscal
Lo que se pide es una apuesta por la gobernabilidad, que propicie la aprobación de presupuestos, tanto en Cataluña como en el resto de España. En ese caso, “Cataluña será capaz de dejar de crecer por debajo de la media del conjunto de España”, y, por tanto, “podrá volver a retomar su papel de motor”.
Pero mientras Sánchez Llibre reclamaba más inversiones en infraestructuras, y un compromiso para luchar contra el fraude fiscal y la economía sumergida, que proporcionaría más ingresos al Estado, Faus se centró en aprovechar para Barcelona todo el talento del que dispone.
Avances tecnológicos
Faus reivindicó que el Estado reparta más y mejor por toda la geografía española toda su potencia económica. Esa idea forma parte de su proyecto, al frente del Círculo de Economía, para que Barcelona sea cocapital de España, junto con Madrid, recogiendo una de las reivindicaciones de Pasqual Maragall.
En el informe de PwC se pregunta por los retos a medio y largo plazo que preocupan a los empresarios. El presidente del Círculo de Economía se mostró sorprendido por los resultados. Cuando se pide sobre la relevancia en la producción y rentabilidad de la economía catalana de los avances tecnológicos, el 26% considera “muy relevante” los cambios en ámbitos como el de finanzas y seguros en internet, conocido como Fintech.
Investidura de Sánchez
“Es un porcentaje pequeño, porque debería preocupar mucho, todos esos cambios serán muy relevantes, lo están siendo ya”, clamó Faus, que pidió que todo ello se considere como una “emergencia económica”, para que toda la sociedad tome conciencia de ello. Desde las finanzas, hasta la robotización, el internet de las cosas y la inteligencia artificial.
Mientras la consejera de Empresa, Àngels Chacón, destacaba su perfil más político, al pedir “diálogo” para que se respete “lo que han votado los ciudadanos en Cataluña”, ante esa petición de mayor estabilidad, la ministra de Economía, Nadia Calviño, iba asumiendo las distintas peticiones empresariales para llegar a un mismo punto que sobrevoló todo el acto empresarial en Foment. “Si se quieren cambios, reformas en profundidad, inversiones, debe haber un Gobierno, que pasa por una investidura, la investidura de Sánchez”, reiteró.
No cualquier presupuesto
Los empresarios catalanes mostraron su ansiedad, de hecho, por esa estabilidad que no acaba de llegar, con negociaciones políticas en Madrid que no se concretan, y con la percepción de que, si se constituye un gobierno este no será sólido para afrontar reformas estructurales.
Fue significativo el discurso de Gonzalo Sánchez, el presidente de PwC, al señalar que no cualquier presupuesto sería el idóneo. “Lo que pedimos es que haya un objetivo y se trabaje para alcanzarlo”, señaló, a pocas horas de que el PSOE se vuelva a reunir con ERC en el Congreso, y con la advertencia previa de los republicanos de que no desean acelerar las conversaciones y que se tomarán su tiempo. Un tiempo que el tejido empresarial catalán cree ya excesivo.