El Colegio de Registradores de España ha certificado la primera caída del negocio del ladrillo en el país desde 2014. El Índice Registral de Actividad Inmobiliaria (IRAI) ha caído el 1,7% al cierre del tercer trimestre, cifra que muestra un cambio de tendencia respecto al crecimiento continuado que ha dado en los últimos cinco años.
La organización sectorial señala que la evolución que monitorizan ya se frenó en el cuarto trimestre de 2018. Con todo, no ha entrado hasta ahora en terreno negativo. Cabe tener en cuenta que el IRAI se obtiene al cruzar los datos de transacciones e hipotecas inmobiliarias que se han inscrito en todo el país con la actividad mercantil en la construcción y el inmobiliario.
Menos hipotecas y compra-ventas
Los registradores explican que la caída de la actividad inmobiliaria que han detectado se sustenta de forma esencial “en el área de propiedad”. Es decir, porque de julio a septiembre se han firmado el 12,11% menos de hipotecas y el -7,31% de operaciones de compra-venta.
También se ha estancado la evolución de las cuentas de las empresas de la construcción e inmobiliarias. El área mercantil reporta una caída del -2,43% del negocio de los primeros y del -1,46% de las agencias que se encargan de las transacciones.
Préstamos más caros
El dato optimista es la subida de precios de la operaciones, que repuntan el 3,86% de media en el país, y del importe medio de los préstamos, que sube el 11,77%. Con todo, no consiguen compensar el frenazo generalizado del sector.
A pesar de los datos trimestrales negativos, la evolución del IRAI interanual del año sube el 1,87%. El lastre de la actividad de los últimos tres meses aún no ha lastrado los buenos datos obtenidos hasta la fecha. Las compra-ventas aún muestran un avance del 4,28%, cifra que aporta el 2,08% al índice; y el número de hipotecas registradas ha crecido el 1,66%. En este caso, suma a la evolución el 0,42%.