Siemens Gamesa hizo públicos sus resultados correspondientes a los nueve primeros meses de 2019 esta semana, y han deparado excelentes números para la compañía con base en Zamudio (Vizcaya): ganó 140 millones, duplicando así sus beneficios netos, con ventas por valor de 10.230 millones, que suponen un incremento del 12,1% con respecto al año anterior. Y una cartera de pedidos en niveles de récord, con proyectos valorados en 25.507 millones.
Pero, a pesar de estas buenas cifras, la empresa ha anunciado 600 despidos, de los cuales 109 corresponderán a empleados en España, tanto en su sede central de Zamudio como en sus instalaciones de Navarra y Madrid. Es una circunstancia cuando menos llamativa el hecho de duplicar beneficios pero prescindir de cientos de trabajadores, hecho que llevó igualmente a que, pese a la bonanza económica, Siemens Gamesa cayera hasta el 8,68% en bolsa este martes, aunque se recuperó un poco el miércoles.
Objetivos conservadores
Um beneficio neto de 140 millones de euros duplicando ganancias, sí, pero la empresa ha presentado unos objetivos para 2020 mucho más conservadores de lo que dicen sus buenos datos. Y sobre todo no se explica ese programa de hasta 109 despidos en España y 600 en todo el mundo, que se llevará a cabo escalonadamente durante los dos próximos años.
Aunque en nuestro país se irán a la calle más de un centenar de trabajadores, el más afectado por la reducción de personal será Dinamarca, con un ajuste de 201 empleados; otros 99 serán despedidos en Alemania, 11 en el Reino Unido, cinco en Italia, tres en Polonia, dos en Francia, uno en Bélgica y el resto se repartirán entre, China, India y América.
Explicaciones
Hasta ahí bien. ¿Pero a qué atienden los despidos? Tacke los justifica mencionando que, a pesar de las buenas perspectivas, "la presión de precios está afectando los márgenes de la industria eólica y consecuentemente la rentabilidad de los fabricantes". Y por ello el grupo, nacido de la fusión de Gamesa con la división eólica de Siemens, prevé que los factores adversos que afectan a la industria eólica se mantendrán en el corto plazo, "a pesar de las buenas perspectivas de futuro". Y considera, por ello, que el ejercicio 2020 será un año de transición, con unas ventas entre 10.200 y 10.600 millones de euros y un margen Ebit entre 5,5% y el 7%. Así, la unión de todos estos factores es lo que ha llevado a la compañía a contemplar una amplia reducción de personal, o al menos eso afirma su CEO.
"Medidas blandas"
Markus Tacke, como vemos, apunta a que las cosas ahora van bien, pero el futuro inmediato se presenta complicado y, para curarse en salud, los damnificados serán 600 de sus trabajadores. El CEO de Siemens Gamesa asegura que el recorte de empleo se llevará a cabo a través de "medidas blandas", sobre todo en el negocio onshore (terrestre) y no afectaría a fabricas ni al negocio offshore (marina) ni al de servicios.
La empresa ya se ha sentado con los sindicatos y les ha comunicado su intención de realizar esos 109 despidos en España, sin precisar de momento en qué ubicaciones de la compañía, al tiempo que señalaba el resto de salidas en otros países; aunque las conversaciones se retomarán la semana que viene y se constituirá una mesa de empleo, que establecerá un periodo mínimo de dos meses en los que se tratarán de buscar medidas que no sean traumáticas para estos ajustes, como pueden ser prejubilaciones e incluso recolocaciones internas.
Sorpresa en los sindicatos, pero no tanta
Los sindicatos se han mostrado sorprendidos con esta decisión de la empresa, puesto que ha duplicado beneficios. Asumen los despidos, aunque confían en que el impacto de este ajuste pueda verse "reducido", y trabajarán para que les afecte "lo mínimo o cero".
Igualmente, una fuente sindical alerta de que “los trabajadores siempre han sido lo que menos le ha importado a esta empresa”, y exponía su sorpresa por los centenares de despidos anunciados, aunque “aquí todo es posible”, sentenciaba.
Siemens Gamesa informará en los próximos días, previsiblemente el martes 12, sobre los centros de trabajo que se verán afectados en España por el recorte de 109 empleos.
3.500 trabajadores en España
En la actualidad, Siemens Gamesa cuenta con unos 3.500 trabajadores en España, de los que unos 2.300 están en Navarra, unos 600 en Zamudio y el resto en Madrid, según la citada fuente sindical, que critica que después del último plan de bajas voluntarias y de salidas incentivadas, Siemens Gamesa ha contratado a unas 500 personas en las distintas oficinas de España: "No tiene ningún sentido lo que hace la empresa”.
Para los sindicatos, es "inconcebible" que el plan de ajuste de 600 empleos en el mundo afecte a España, cuando la región del Sur de Europa es la única que ha dado beneficios. Los trabajadores que causen baja en la compañía tendrán una indemnización mínima de 45 días por año trabajado.
Viejos conflictos
No es la primera vez que los sindicatos y los trabajadores chocan frontalmente con las decisiones de Simenes Gamesa, que este mismo año ya han ido a la huelga, aunque por otro motivo. Los empleados de Siemens Gamesa en Aoiz y en otros puntos del norte penisular, se movilizaron y convocaron una huelga a finales del pasado mes de mayo como crítica al despido de tres compañeros "por estar de baja, o tras determinar una ineptitud sobrevenida acogiéndose a lo recogido en el artículo 52 del Estatuto de los Trabajadores".
Los sindicatos cuestionaron entonces la política de la compañía en materia de prevención y salud laboral: "Nos imponen ritmos de trabajo cada vez más altos, poniendo en juego nuestra salud y después nos despiden por estar de baja".
“Cargas de trabajo brutales”
La representación legal de los trabajadores afirmaba entonces que "la compañía está exigiendo a la plantilla que reduzca cada vez más el número de horas de trabajo por pala y eso está teniendo consecuencias graves en la salud de los operarios y operarias; nos imponen cargas de trabajo brutales y eso tiene su impacto en la salud”. Según esta representación, la empresa no consideró entonces “muchas bajas como enfermedades profesionales aunque, en muchos casos, estaban directamente relacionadas con la carga y condiciones de trabajo".
Por entonces, se reclamaba "el abono de la deuda salarial" y el inicio de la negociación del convenio colectivo, ya que la empresa adeudaba la nómina de abril y la paga extraordinaria de diciembre, y por ello la plantilla decidió organizarse y convocar un calendario de paros y movilizaciones.
Ahora la empresa ha presentado magníficos números que le auguran un futuro prometedor, que no podrán compartir con la empresa 600 de sus actuales empleados. “No nos sorprende eso”, señala la fuente sindical consultada, que añade que “en Siemens Gamesa siempre hemos sido los trabajadores los perjudicados mientras los que mandan se lo llevan calentito, solo hay que mirar los resultados de este martes para ver que no les importamos y que solo van a por su dinero, pero seguiremos luchando”.
Perspectivas de negocio "débiles"
Otra de las consecuencias del anuncio de resultados de Siemenes Gamesa, de sus intenciones de despido y de su posterior caída en bolsa es que Bank of America Merril Lynch ha rebajado este miércoles el precio objetivo de Siemens Gamesa, al considerar que presenta unas perspectivas "débiles" de cara al desarrollo del negocio en los próximos meses tras unos resultados en el último trimestre de su año fiscal "peores de lo esperado", menciona la entidad estadounidense, para la que el nuevo precio objetivo de 15,10 euros por acción --desde el anterior de 17,10 euros-- supone un potencial de revalorización del 26% respecto al actual precio de sus acciones, de 12 euros por acción.
Bank of America también ha rebajado su previsión de beneficio por acción para el fabricante de aerogeneradores hispano-germano hasta los 0,63 euros por acción para el año 2020, desde el anterior de 0,74 euros, fijando en 0,86 euros la cifra para 2022, desde el anterior euro por título. Para los analistas, la cuenta de resultados presentada este martes por Siemens Gamesa, que arroja un beneficio de 140 millones de euros en su último año fiscal, tras duplicar el resultado obtenido un año atrás, contaba con un margen de beneficio por debajo de las previsiones.
No obstante, considera que la perspectiva sobre el volumen de ventas "sigue siendo sólida para la industria eólica" y ve márgenes que alcanzan el 8% y 10% a medio plazo a medida que los servicios crecen y la cadena de suministro se externaliza cada vez más, por lo que mantiene su recomendación de compra de títulos de la compañía.