La Comisión Europea ha recortado hasta el 1,9% su previsión de crecimiento del PIB de España para 2019, un porcentaje que es cuatro décimas inferior al que estimaba en verano y dos décimas inferior a la proyección del Gobierno de Pedro Sánchez, al tiempo que ha advertido de que los riesgos se enmarcan en un contexto de "elevada" incertidumbre. Desde Bruselas explican que la mitad de esta modificación se debe a la revisión estadística de la Contabilidad Nacional Anual realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y la otra mitad a una previsión más débil en el segundo semestre de este año.
Los servicios comunitarios, además, advierten de que la economía española se enfrenta a riesgos "a la baja" en un contexto de "elevada incertidumbre" tanto en interna como externa. En el primer grupo cita el aumento del ahorro por parte de los hogares, que deprime el consumo privado, mientras que en el segundo nombra las tensiones comerciales globales. De hecho, el Ejecutivo comunitario cree que el incremento del PIB español seguirá ralentizándose durante los dos años siguientes, con un crecimiento del 1,5% en 2020 y del 1,4% en 2021.
2,3% a cierre de 2019
Bruselas prevé que el consumo privado se recupere "levemente" pero seguirá aportando un "moderado" impulso al crecimiento. La mayor contribución vendrá, por contra, por el lado del sector exterior, debido a un incremento leve pero continuado de las exportaciones y a crecimiento "inusualmente" bajo de las importaciones.
Con respecto al comportamiento del déficit público, las previsiones europeas prevén que cierre este año en el 2,3%, tres décimas más que lo que calcula el Gobierno en el Plan Presupuestario enviado a Bruselas a mediados de octubre. La recuperación del saldo negativo de las cuentas públicas proseguirá en 2020, aunque a un ritmo leve, hasta alcanzar una diferencia negativa entre ingresos y gastos públicos del 2,2%. La Comisión, sin embargo, ha calculado este dato en ausencia de un presupuesto aprobado para el próximo año, por lo que la mejora se debe exclusivamente al ciclo económico.
Por contra, las autoridades europeas calculan que el déficit estructural (que elimina del cálculo la aportación del ciclo) aumentará "levemente" y alcanzará el 3,25% en 2020, antes de mejorar "marginalmente" un año después.
Incremento débil del empleo
En relación al empleo, el Ejecutivo comunitario apunta que seguirá creciendo aunque a un ritmo más débil, "especialmente" en 2020 y 2021. De esta forma, la tasa de desempleo caerá este año al 13,9% para retroceder después al 13,3% y al 12,8% los dos años siguientes.
La deuda pública, por su parte, continuará con su senda descendente para cerrar 2019 en un 96,7% del PIB, en un 96,6% en 2020 y en el 96% en 2021.
España crece más
Con todo, España seguirá registrando finalizado este año el mayor crecimiento económico entre las grandes potencias de la eurozona. La expansión del 1,9% que Bruselas proyecta para España contrasta con el 0,1% previsto para Italia, el 0,4% de Alemania y el 1,3% de Francia. En concreto, la economía de la zona euro, por su parte, se expandirá un 1,1% en 2019 -una décima menos que lo que calculaba el Ejecutivo comunitario en verano-- y la Unión Europea en su conjunto crecerá este año un 1,4% (dos décimas menos).
Irlanda será, según la Comisión, el país de la moneda única que más crezca este año, con una tasa del 5,6%, seguido de Malta (5%), Lituania (3,8%), Estonia (3,2%), Chipre (2,9%), Eslovaquia (2,7%), Eslovenia y Luxemburgo (2,6%) y Lituania. Portugal se sitúa justo en el 2%, seguida de España (1,9%), Grecia (1,8%), Países Bajos (1,7%), Austria (1,5%), Finlandia (1,4%), Francia (1,3%) y Bélgica (1,1%). Alemania (0,4%) e Italia (0,1%) son los únicos países de la eurozona con un crecimiento inferior al 1% este año.
Entre el resto de países de la UE, que no tienen el euro como moneda, Rumanía registrará un crecimiento del 3,6%, por delante de Polonia (3,3%), Bulgaria (3%), Hungría (2,8%), Croacia (2,6%), República Checa (2,2%), Dinamarca (1,5%) Reino Unido (2,4%) y Suecia (1%).