En lo que podría parecer un momento dulce para las telecos con diversidad de ofertas y servicios, los beneficios y las plantillas de las grandes del sector se desinflan. Es el caso de Telefónica y Vodafone, dos gigantes del mercado español que ya acusan la agresividad de las bajas tarifas mientras aprovisionan parte de sus ganancias para las más de 3.000 salidas pactadas para 2019.
El pasado abril, Vodafone acordó con los sindicatos un ERE sobre 916 empleados. De estos, 496 han sido voluntarios y 82 prejubilaciones. Se trata del tercer reajuste de plantilla en los últimos diez años, tras el de 2013, que dejó fuera a 620 personas, y 2015, con 1.059 despidos. La compañía justificó el último proceso por razones económicas, productivas y organizativas. A este respecto, fuentes de la empresa destacan la necesidad de contar con “una estructura más ágil” en un momento de automatización de los servicios, como la digitalización del área de atención al cliente.
Más de 2.600 salidas en Telefónica
Más contundente aún es la reducción de plantilla planteada por Telefónica, que ha iniciado un Plan de Suspensión Individual (PSI), un programa voluntario al que se podían acoger hasta 5.000 trabajadores --de un total de 25.000-- a partir de los 53 años. Finalmente han sido 2.636 empleados los que dejarán la empresa. Este es el segundo PSI tras el que se ejecutó entre 2015 y 2018, que se saldó con más de 6.300 salidas.
No obstante, fuentes sindicales ven diferencias en las salidas de empleados de Vodafone y Telefónica. Mientras que aseguran que la primera se produce por “pérdidas de dinero”, detallan que en el caso de la segunda había un “sobredimensionamiento de las plantillas”.
Impacto en los resultados
Lo cierto es que los planes de salidas han supuesto un impacto en la cuenta de resultados de las telecos. En el caso de Telefónica, que presentó el martes sus resultados hasta septiembre, se ha asegurado una provisión de 1.876 millones. De hecho, esto ha supuesto que la compañía haya ganado 1.344 millones, un 50,6% menos en lo que va de 2019. En cuanto a Vodafone, que todavía no ha presentado el balance trimestral, el año fiscal --entre abril de 2018 y marzo de 2019-- acabó con pérdidas netas de 601,3 millones de euros en España, después de que el ejercicio anterior se dejara otros 180,2 millones.
En el caso de Vodafone intervienen varios factores. Además de la provisión por los despidos por valor de 2.900 millones que se realizó en 2018, la compañía viene lamentando la agresividad del sector que, como apuntan desde los sindicatos, a diferencia de otros ramos como las energéticas, los precios tienden cada vez más a la baja por la aparición de las low cost como MásMóvil.
Consecuencias de la 'Guerra del fútbol'
De hecho, Vodafone sufrió en sus resultados de 2018 la decisión de desmarcarse de la Guerra del fútbol y no ofrecer ni La Liga ni la Champions League por su alto coste, como sí hacen Orange y Telefónica. Esto generaba que la compañía dejara de colocar 30.000 paquetes a sus clientes, según datos de la CNMC. Para suplir esto, la compañía se ha volcado en la oferta de series y cine, así como en el lanzamiento de tarifas ilimitadas de 5G.
Mientras tanto, la tercera en discordia, Orange, resiste por el momento sin tocar su plantilla desde que se cerrara el ERE de 2016 sobre 435 empleados. No obstante, los números tampoco están de parte de la compañía, que facturó un 1,2% menos hasta septiembre, "en un entorno comercial cada vez más agresivo y con crecimiento de las ofertas low cost". De hecho, la firma ha sostenido sus cifras en el negocio mayorista, mientras que el número de particulares sigue en descenso.