Endesa experimentó una caída del 85% de sus beneficios hasta septiembre con respecto al año anterior. La eléctrica, que ha ganado 176 millones de euros en los nueve primeros meses de 2019, justifica el descenso por el deterioro de las centrales de carbón, que tiene previsto cerrar por valor de 1.052 millones.
En los resultados trasladados este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) se aprecia una mejora del 3% del beneficio neto ordinario, que suma 1.228 millones gracias al mercado liberalizado. No obstante, se ha registrado una caída de la demanda del 2% motivada por las altas temperaturas y la ralentización económica, lo que ha generado un reducción de los ingresos hasta los 14.805 millones, lo que supone un 4%.
Cierre de centrales
El resultado bruto operativo (Ebitda) repuntó el 4 %, hasta 2.898 millones, gracias a la buena evolución del negocio liberalizado, la estabilidad del negocio regulado y la contención de costes fijos.
Entre los factores que han lastrado la competitividad de las centrales de carbón y su consiguiente expulsión del mercado se encuentran la caída del precio del gas y la menor disponibilidad de la generación hidráulica, así como la subida de los derechos de CO2.
Sin repercusión para los accionistas
La compañía ya anunció el pasado septiembre el cese de actividad de sus centrales de carbón y, en consecuencia, realizar un deterioro contable de su valor, que ha ascendido a 1.398 millones y supone un impacto en el resultado neto de 1.052 millones. No obstante, Endesa ha asegurado que esto no tendrá impacto en el beneficio neto ordinario y, por tanto, tampoco en la retribución de dividendos.
Por su parte, en los nueve primeros meses del año se han realizado inversiones por un valor de 1.502 millones, un crecimiento del 73%, para incrementar la potencia eólica y fotovoltaica, así como en materia de transformación digital.