Tras la entrada en vigor de los nuevos aranceles de Estados Unidos a productos agroalimentarios españoles, el pasado día 18, los responsables de algunas empresas aceiteras nacionales que exportan a EEUU se han propuesto eludir las nuevas tasas con trucos, como el que pasa por hacer protagonista al aceite de oliva a granel. Grandes aceiteras de nuestro país, el mayor exportador mundial de aceite de oliva, están comprándolo a granel de otros países, como Túnez, Turquía o Portugal para envasarlo en plantas extranjeras y poder exportarlo evitando los nuevos aranceles.
Es una práctica denunciada por la patronal de envasadores, Anierac, que igualmente menciona otra estrategia, que se basa en convenir con firmas de Estados Unidos la posibilidad de enviar el aceite a granel allí y darle salida mediante joint ventures creadas a tal efecto, que se encargarían de embotellarlo y distribuirlo.
¿Pierde el consumidor?
Los aranceles, que son para el aceite de oliva en envase del 25%, afectan exclusivamente a las importaciones estadounidenses de producto envasado en origen en España. Por lo tanto, daría igual que el aceite español se enviase a otros países no castigados para ser embotellado allí, y por eso recurren algunos al de otros países, o bien se plantean la opción de enviarlo a granel a Estados Unidos.
Con estas prácticas, el consumidor final podría acabar perdiéndose sobre la verdadera procedencia del aceite, pero parece que es una de las opciones que le interesan a parte del sector en EEUU. El consumo de aceite de oliva ha aumentado considerablemente en Norteamérica durante los últimos años, y muchas empresas españolas y de otros países de la UE, como Italia, disponen de destacadas infraestructuras allí que les permiten operabilidad.
Industria propia
Pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, verdadero artífice de la imposición de nuevos aranceles, posiblemente está tratando también de echar una mano al incipiente secor aceitero de su país y favorecer la industria del aceite de oliva propio, que aprecia trump como un negocio boyante y que quiere para sí. Ahí también hay truco, al igual que se lo han buscado algunos exportadores españoles: Estados Unidos está promoviendo descaradamente el desarrollo de una industria local del aceite de oliva, que cada vez se produce más en tierras americanas y que además ha tenido como maestros a los mejores, a los aceiteros españoles consolidados y con instalaciones en Estados Unidos.
Pese a todo, las empresas españolas que disponen de envasadoras en EEUU lo siguen teniéndolo más fácil, ya que pueden exportar si propio aceite de oliva a granel a EEUU, refinarlo a demanda y envasarlo fuera de España, eludiendo así las tasas. Por eso una opción que ya se plantean otras aceiteras españolas en montar su propia envasadora en Estados Unidos, aunque lógicamente requiere de una considerable inversión y todos no podrían.
Quejas estériles
En todo caso, el sector sigue quejándose por sufrir un castigo que a su juicio no merecen, ya que los aranceles se aplican como castigo de EEUU a los cuatro países de la UE que participan en el consorcio Airbus: Alemania, Francia, Reino Unido y España. También lamentan que el Gobierno en funciones de España haya sido incapaz de negociar una rebaja de las tasas o bien su eliminación y que sean ellos el sector que pague las acciones de otros.
España exporta cada año más de 50.000 toneladas de aceite de oliva envasado a Estados Unidos, aunque otras 100.000 toneladas que acaban allí se envasaban en otros países. Los aceiteros españoles culpan al Gobierno por su mala gestión de este problema, que les ha llevado a movilizarse para reclamar soluciones y a algunos a recurrir a prácticas antes insospechadas.
Menos producción
España es el mayor exportador mundial de aceite de oliva, pero la cosecha de este año será menor que en anteriores, sobre todo por la reducción de la producción en Andalucía, que ha caído un 32,7% debido a que el pasado año fue excepcionalmente bueno en cuanto a cosecha y las cifras se dispararon, pero también a la falta de lluvias en Andalucía. En esa comunidad autónoma prevén una producción 983.680 toneladas de aceite de oliva para la campaña 2019-2020. El descenso es del 6,9% con respecto a la media de las cinco últimas campañas, según el aforo de cosecha elaborado por la Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible.
En cuanto al conjunto de España, se espera una producción de 1,2 millones de toneladas, un 5% inferior a la media de las cinco últimas campañas, mientras que en el resto del mundo se apunta a un incremento. En la Unión Europea se espera una producción de 2,1 millones de toneladas de aceite de oliva, volumen que supone un aumento del 3% con respecto a la media del último lustro.
Italia, Grecia y Portugal se frotan las manos
España es el mayor exportador mundial de aceite de oliva, un sector de por sí ya castigado por la caísa de los precios al margen de los nuevos aranceles, mientras que el segundo mayor exportador es Italia, aunque los italianos exportan más aceite a EEUU que España. Así, es el país transalpino el gran beneficiado por la imposición de aranceles a nuestro país, que ellos no tienen. Pero también en cuanto a la cosecha 2019-20, pues en Italia se vislumbra un crecimiento de casi el 20% a la media de las últimas cinco campañas hasta alcanzar las 350.000 toneladas de aceite.
Grecia, tampoco sale mal parada con este asunto, al contrario, ya que contempla una subida del 60% en comparación con 2018-2019 y del 11% con respecto al promedio, ya que se esperan 300.000 toneladas. Y en Portugal, casi lo mismo, las estimaciones apuntan a una cosecha de 140.000 toneladas de aceite de oliva, cerca de un 50% sobre la media. Si encima a estos países se les ofrece la posibilidad de ayudar a España en sus exportaciones previo pago, las previsiones para ellos pueden ser ya escandalosas.