Una firma española y otra sueca están pugnando por comprar Esegur, la mayor compañía de seguridad privada de Portugal. Se trata de la mallorquina Transportes Blindados (Trablisa) y la escandinava Loomis, líder mundial. La lucha es un remedo de David contra Goliat, pero en una versión actualizada al siglo XXI. Porque Trablisa es un grupo de un tamaño muy inferior al sueco, del orden de la décima parte. Y además, la situación de Trablisa es cualquier cosa menos desahogada.
De hecho, durante el verano último surgieron muchos problemas en el aeropuerto del Prat por culpa de las sucesivas huelgas realizadas por los trabajadores de Trablisa, en reclamación por el pago de sus salarios atrasados. El grueso de los empleados luce la condición de mileurista. Tiene a su cargo la seguridad y los controles de la instalación aeroportuaria catalana.
Este tipo de problemas laborales no son nuevos. Se vienen reproduciendo desde hace años, y casi siempre coinciden con el inicio de la pausa estival.
Líder en Portugal
Por su parte, Loomis es un gigante transnacional que está presente en medio mundo. Se dedica, entre otras muchas actividades, a la vigilancia privada y el transporte de caudales en furgones blindados para entidades financieras y empresas.
La venta de Esegur se va a ultimar dentro de pocos días. La firma es líder de su país, por lo que la enajenación ha despertado las apetencias de los dos grupos reseñados. Las sumas que se estima a que puede ascender esta transacción rondan los 30 millones.
Apuesta arriesgada
Según fuentes del sector, semejante desembolso no entraña ningún problema para un multinacional como Loomis, que mueve cada año un volumen de negocio superior a los 1.500 millones de euros.
En cambio, para Trablisa semeja una apuesta demasiado fuerte, dado su relativo pequeño tamaño, pues gira 125 millones anuales. Sus beneficios del último trienio han sido tan menguados que no han llegado al medio millón anual.
Conglomerado empresarial
Las cuentas de Grupo Trablisa muestran que no anda sobrada de tesorería. Y recurrir al endeudamiento bancario para apuntalar la compra de Esegur podría disparar los pasivos hasta cifras preocupantes.
Transportes Blindados, con sede en Palma, es un grupo formado por seis compañías, además de la propia matriz Trablisa. Ejercen la dirección Miguel Bordoy Borrás y Jaime Rodríguez Viñals.
Las firmas integrantes del conglomerado son Atese Atención y Servicios, Prefoc Comercial del Extintor, Trablisa Distribución y Servicios, Visabren Servicios Generales, Trablisa Vigilancia y Vital Control.