Abertis ha entrado en el negocio de las autopistas de México al adquirir el 50,1 % de la mexicana Red de Carreteras de Occidente (RCO), uno de los mayores operadores de autopistas del país, a Goldman Sachs Infraestructure Partners (GSIP) por unos 1.500 millones de euros.
En virtud de la operación, el grupo comprará su participación de control de RCO, que cuenta con ocho vías que suman 876 kilómetros, mientras que su socio en la transacción, el fondo soberano de Singapur GIC, tomará otro 20%. Entre ambos se quedarán con el 70% de la compañía mexicana. El 30 % restante del accionariado quedará en manos de inversores y gestoras de fondos de pensiones mexicanos.
La operación se materializará en la primera mitad de 2020 a través de una OPA que Abertis y GIC lanzarán sobre RCO, y en la que Goldman Sachs se ha comprometido a vender su participación.
En un comunicado, la compañía ha asegurado que, al hacerse con el control de RCO, demuestra su capacidad para "sustituir la futura pérdida de ingresos derivados de la finalización de las concesiones por otros activos con sólidas perspectivas de futuro". De hecho, Abertis estima que los nuevos activos mexicanos habrían aportado al Ebitda del Grupo unos 375 millones de euros en 2018.
Financiación disponible
Abertis, que está controlada por la española ACS y la italiana Atlantia, financiará la operación mediante una combinación de efectivo disponible y de préstamos ya existentes.
Se da la circunstancia de que la compañía de autopistas acaba de ingresar 933 millones de euros con el cierre de la venta de Hispasat, un importe que ya apuntó que destinaría a financiar su estrategia de crecimiento. La venta sucede a la de Cellnex el pasado año por unos 1.500 millones.
9.500 kilómetros en 15 países
De esta forma, la compañía que dirige José Aljaro no recurrirá a endeudamiento adicional. A cierre de 2018, Abertis presentaba un pasivo neto de 13.275 millones de euros, importe al que es preciso sumar el 'macrocrédito' de casi 10.000 millones que ACS y Atlantia suscribieron para comprar la empresa y que, posteriormente, traspasaron a su balance.
Con la incorporación de RCO, Abertis eleva a unos 9.500 kilómetros la red de vías de pago que gestiona en 15 países de Europa, Latinoamérica y Asia.
Reposición de cartera y palanca de crecimiento
Según la empresa, las autopistas mexicanas son activos de "excelente calidad" y con gran encaje estratégico en el grupo que, con su compra, aumenta la vida media de su cartera de vías y la renueva ante las que próximamente saldrán, como son las españolas AP-7 Tarragona-Alicante y AP-4 Sevilla-Cádiz, que a finales de este año concluyen el contrato de concesión y vuelven al Estado.
Asimismo, Abertis asegura que la entrada en México constituye una palanca de crecimiento en el marco del plan estratégico de crecimiento que diseñan sus socios, y con el que "seguirá analizando oportunidades que surjan a medio y largo plazo, tanto mediante su desarrollo como su compra".